La gestión responsable pierde el pulso con la tradicional durante la guerra

La menor oferta de productos conservadores pasa factura a los fondos ESG españoles, que pierden parte de su patrimonio en favor de las opciones tradicionales

La guerra en Ucrania pone punto y final a la etapa de crecimiento continuado en entradas de dinero en la familia de fondos sostenibles españoles.

De acuerdo con datos de VDOS, respecto a las cifras previas al inicio del conflicto (toma como referencia el 18 de febrero), los productos españoles que cuentan con objetivos de inversión responsable por folleto sufren reembolsos por casi 600 millones, frente a la captaciones de casi 100 millones que acumulan los fondos tradicionales.

Esta diferencia, según apunta VDOS, se justifica en la distinta gama que existe en la familia ESG y la tradicional y que provoca que la familia de fondos sostenibles españoles no permita asumir posiciones conservadores con la misma facilidad y variedad que los fondos tradicionales.

Los reembolsos en fondos ESG españoles rozaron los 600 millones hasta la semana pasada

«Lo que ha sucedido con la invasión de Ucrania es que, como en otras situaciones de crisis, la volatilidad se ha disparado y los inversores en el tipo de activo más volátil, la renta variable, han realizado o bien reembolsos, o bien traspasos a otro tipo de fondos más conservadores», apunta Paula Mercado, directora de análisis de VDOS.

«Y, puesto que el mayor porcentaje de fondos ESG corresponde a los de renta variable y sectoriales, es en este tipo de fondos en los que se han registrado mayores reembolsos netos», analiza esta experta.

En términos relativos, es decir midiendo el patrimonio total -que incluye también la rentabilidad acumulada durante el periodo-, la evolución de los productos ESG con pasaporte español también es más negativa, ya que entre el 18 de febrero y el 16 de marzo (último dato disponible) pierden casi un 2 por ciento de su patrimonio, frente al 1,12 por ciento que ceden los fondos tradicionales.

De acuerdo con VDOS, el patrimonio total de los fondos ESG españoles roza actualmente los 67.000 millones; mientras que los tradicionales superan los 242.000 millones.

Crecer en gama como medida de protección

El crecimiento de los fondos sostenibles ha sido exponencial en España desde que en marzo del año pasado entrara en vigor el Reglamento de Divulgación, que ha obligado a las gestoras a ir clasificando los productos de acuerdo con su grado de sostenibilidad.

Sin embargo, este esfuerzo todavía no permite que la gama sea igual de amplia y ofrezca las mismas oportunidades de diversificación que la tradicional. Para evitar episodios de este tipo, los expertos creen que el paso más adecuado sería hacer crecer todavía más la familia con opciones conservadoras.

«Un aumento en la gama de fondos ESG de renta fija y monetarios sin duda sería la mejor opción, tanto a corto como a largo plazo, ya que evitaría que se produjeran reembolsos netos en próximas crisis y aportaría una mayor estabilidad a la inversión ESG», apunta Paula Mercado.

«El inversor tendría a su disposición fondos que, adaptándose a sus requerimientos en una etapa de mercado incierta, fueran capaces de ofrecer una menor volatilidad no sólo por el tipo de activo en que invierten, sino también por incluir en su proceso inversión los factores ESG», puntualiza la directora de análisis de VDOS, que, sin embargo, espera que el apetito por estos productos continúe.

La clave para que se produzca dicho punto de inflexión, dado su perfil inclinado hacia la renta variable, es que se fortalezca la bolsa. El problema es que existe ahora mismo poca visibilidad sobre el cuándo.

La guerra en Ucrania y la crisis energética tendrán que mitigarse antes y todavía las consecuencias que la invasión de Ucrania va a tener sobre la economía mundial son una incógnita.

«Con la energía como factor central en la actual situación, el crecimiento económico se va a ver afectado y, aunque la volatilidad se ha reducido, la renta variable podría mantenerse bajista durante algún tiempo. Además de la cuestión energética, y de la inflación, están los cuellos de botella en la cadena de suministro, la política china de Covid cero y la subida de tipos de interés en Estados Unidos», repasa Paula Mercado.

Hasta febrero, los fondos ESG acumulaban un año de entradas mensuales de dinero ininterrumpidas y a mayor ritmo que en los productos tradicionales, que también habían sido capaces de crecer sin pausa.

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