La ESG debuta ante el gran público con los bancos sin producto propio suficiente

Los bancos españoles tiran de las gestoras internacionales para comenzar a vender la ESG a los pequeños ahorradores

Fondos propios y fondos de terceros. El modelo mixto se impone entre la gran banca española para el desembarcado masivo de la sostenibilidad en la cartera de los inversores españoles, que arranca formalmente este 2 de agosto con la entrada en vigor de lo que se conoce como la MiFID verde.

La actualización, bastante polémica porque la regulación entra en vigor incompleta, incluye en lo que se conoce como test de idoneidad las preferencias de sostenibilidad. Es decir, los clientes serán preguntados en la venta de producto sobre si quieren incluir la sostenibilidad entre sus preferencias de inversión y los ‘vendedores’ -sean bancos o asesores financieros- tendrán que ofrecer productos alineados con dicha preferencia.

El posible aumento de la demanda es un catalizador para incorporar producto de terceros

Y los bancos españoles ofrecerán -además de los propios- fondos de terceros. Es una iniciativa que comparte las principales entidades españolas; tal como especifican Caixabank, BBVA, Bankinter o Renta 4 a SOCIAL INVESTOR, y con la que atenderán un posible incremento de la demanda.

«Nuestros procesos de inversión incorporaban ya mandatos de sostenibilidad y teníamos gama de producto identificado. Pero teniendo en cuenta que la demanda de los clientes seguramente se incremente, hemos ampliado los productos disponibles de acuerdo con nuestras políticas de concentración de riesgos por emisores y gestoras», explica Caixabank, tras confirmar que también ofrecerá fondos gestionados por otras firmas.

La gestora del banco que lidera Gonzalo Gortázar es en este momento la líder por patrimonio de fondos sostenibles en nuestro país, con más de 26.700 millones de euros a cierre de julio, de acuerdo con datos de VDOS.

«La gestora venía integrando los riesgos de sostenibilidad en los proceso de inversión desde hace mucho tiempo, por lo que simplemente ha clasificado una parte importante de sus fondos como artículo 8 y 9 de acuerdo al Reglamento de Divulgación, adecuando a pequeños requerimientos adicionales el poder definir dichos productos como sostenibles», apunta el primer banco en España.

«En cuanto a la gestión discrecional de carteras, se ha transformado la gama master en un producto sostenible de artículo 8», especifica Caixabank.

BBVA, que controla fondos sostenibles con un patrimonio gestionado por casi 4.800 millones en BBVA AM, también incluye la sostenibilidad en su gestión propia y delegada. «Contamos con producto propio y de terceros, en fondos de inversión, y carteras de gestión discrecional y asesoramiento», apuntan desde la entidad financiera; muy en línea con el planteamiento que adelanta Bankinter, que, sin embargo, pone en valor sus producto propio.

«La gestora tiene una gama de producto en las diferentes categorías (renta fija, renta variable, mixtos) para poder ofrecer al cliente que quiera invertir bajo los criterios ESG. Estamos analizando carteras de fondos de terceros que cumplan con los criterios ESG», apuntan desde la entidad capitaneada por María Dolores Dancausa.

Por su parte, Renta 4 también confirma el modelo dual en la oferta. «Contamos con producto propio y también de terceros», especifica Paula Sampedro, analista y especialista en ESG de Renta 4 Gestora.

«Nosotros en concreto hemos clasificado ya nuestros principales fondos bajo el artículo 8 y contamos con más de la mitad del patrimonio gestionado en fondos de inversión clasificado bajo ese artículo. Éstos fondos además toman en consideración las Principales Incidencias Adversas», añade Sampedro.

El Santander AM es el única que no especifica si completará su oferta sostenible con producto de terceros. «Contamos con una amplia gama de productos para dar respuesta a las necesidades de cada tipo de cliente, cubriendo las diferentes elecciones según las preferencias que nos transmitan y de los diferentes perfiles de riesgo», señala.

La oferta de producto 100% español de alta gama es pequeña

La banca lleva incorporando los fondos de terceros en su oferta de gestión de carteras desde hace muchos años; empezando por la banca privada y poco a poco bajándola hacia perfiles inversores con menos patrimonio.

Con la sostenibilidad, la dualidad de la oferta parece que se va a normalizar desde el primer momento y en una parte porque la ESG cuenta con más tradición entre las gestoras internacionales que entre las españolas y su gama de producto es más amplia.

Aunque la industria nacional ha realizado un importante esfuerzo en los últimos meses para construir su gama ESG, la oferta de producto sostenible de alta gama es todavía pequeña y existen incertidumbres regulatorias sobre qué productos verde claro son vendibles sin problema.

De acuerdo con datos de INVERCO, la gama de fondos ‘verde oscuro’, englobados dentro del artículo 9 del Reglamento de Divulgación, apenas llegaba a 12 productos. Estos fondos son los considerados más puros y que no conllevan problemas para ser comercializados a través de la MiFID verde, pero la gama es reducida.

Los verde claro -los artículo 8- son mucho más numerosos, ya que alcanzarían los 198 productos, pero no todos serían válidos para ser comercializados vía el nuevo test de idoneidad.

La MiFID verde y el Reglamento de Divulgación no estarían armonizados y las categorías fijadas por el segundo no dan suficiente seguridad para que todos los fondos artículo 8 -verde claro- puedan ser vendidos a través de MiFID.

Esta es una de las razones por las que el sector pidió un retraso en la entrada en vigor del nuevo test de idoneidad; algo a lo que la Comisión Europea se ha negado.

¿Es el particular pro ESG, o no?

La reforma de la MiFID verde entra en vigor en pleno agosto, un mes con muy baja actividad financiera, por lo que se considera que será septiembre el mes en el que se pondrá a prueba cuál es el grado de atracción de la ESG para el pequeño inversor y existen opiniones mixtas entre la banca; especialmente en lo que se refiere a los plazos y en su complejidad.

«No cabe duda que las obligaciones regulatorias darán un impulso importante en este punto, pero no va a ser algo inmediato. Existe un lenguaje muy técnico en el test y en todo lo que concierne a la sostenibilidad que es difícil de traducir a algo entendible por el ciudadano medio», pronostica Caixabank.

No obstante, salvado este escollo y mirando al futuro, sí se espera que la sostenibilidad cale como una de las preferencias de los particulares.

«La forma de invertir y las preferencias a la hora de elegir las inversiones en cierto modo reflejan la forma de pensar de nuestros clientes, por lo que los conceptos ISR (inversión socialmente responsable) van a pasar a ser importantes para muchos de ellos», avanzan desde Santander AM.

Renta 4 es más contundente con su sesgo positivo.

«Somos optimistas con la adopción del particular de los fondos sostenibles. No sólo porque se alinean con los valores de una gran parte de la sociedad, y por tanto, de la población inversora, sino porque también creemos firmemente que la incorporación de criterios sostenibles en el análisis de las inversiones aporta valor y permite tener una mejor gestión del riesgo y esto es algo que irá calando poco a poco también entre los clientes», opina Paula Sampedro.

Ahora en portada