El gran dilema ESG: castigar a Putin a costa de toda la población rusa

Los anuncios de desinversiones como castigo a Rusia se multiplican y avivan el debate sobre si los inversores responsables deben hacer política. ¿No eran sostenibles los activos en los que invertían?

La industria de la ESG se enfrenta un importante dilema con Rusia. ¿Realmente es responsable desinvertir? Tras el anuncio del gigante Norges (que responde a una decisión política de Noruega porque es un fondo soberano) y de firmas como Storebrand o DWS, que u optan por salir del país, o bien por congelar las inversiones ‘sine díe’, se ha abierto un debate en la industria con difícil resolución.

Nota: Artículo actualizado el 3 de marzo de 2022, a las 20:00 horas con la nueva política de MSCI sobre Rusia y la respuesta de Amundi y Schroders

¿Deben actuar los inversores ESG privados como una prolongación de las medidas de presión política acordadas por distintos gobiernos contra el Kremlin? ¿es desinvertir castigar al régimen de Vladímir Putin, o es una forma de dañar a toda la población rusa, teniendo en cuenta que no es un país democrático? ¿realmente era lógico que Rusia estuviera presente en las carteras de productos ESG? Putin es Putin desde hace muchos años.

Son preguntas que mantienen dividida a la industria, que no cuenta con un manual único de instrucciones. La decisión de los fondos soberanos es la más fácil -acatan órdenes-, pero las gestoras independientes deben velar por los intereses de sus inversores y no dan respuestas categóricas cuando se las pregunta sobre qué van a hacer.

«Como administrador de activos global y fiduciario, BlackRock está tomando todas las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de las leyes y regulaciones de sanciones aplicables relacionadas con las inversiones en Rusia. BlackRock está consultando activamente con reguladores, proveedores de índices y otros participantes del mercado para ayudar a nuestros clientes a administrar sus posiciones en valores rusos según las condiciones regulatorias y del mercado», señala BlackRock.

Por su parte, Schroders avanzó el jueves que no invertiría ni en renta variable rusa, ni bielorrusa «en un futuro próximo», aunque es una decisión que podría exponerse a cambios. «Seguiremos de cerca la situación y continuaremos tomando decisiones de inversión para proteger los intereses de nuestros clientes», señalaron.

Desde la perspectiva financiera, parece cuestionable que hoy sea el mejor momento para vender activos rusos. Desde el prisma de la ESG, además, tal vez no sea lo adecuado si se trata de no causar daño significativo en un país de 144 millones de habitantes con sus derechos limitados, dado que Rusia está muy lejos de lo que se considera una Democracia plena.

El problema, tal vez, está en el diagnóstico previo a la inversión. Si las empresas rusas y sus emisiones de deuda contaban con suficiente perfil ESG para estar incorporadas en una cartera, ¿son malas ahora?

Respecto a la deuda pública, ¿era apta con un gobierno como el de Vladímir Putin para formar parte de una cartera de deuda ESG? Cada gestora conoce qué política estaba aplicando.

MSCI, un ejemplo de la profundidad del problema

El debate es enorme y transciende mucho más allá de la inversión responsable, por lo que nadie se extraña de que MSCI, uno de los mayores proveedores de índices del mundo, haya pedido feedback a sus clientes sobre qué debía hacer con Rusia dentro de sus índices. Hay que tener en cuenta que muchos de los clientes de MSCI tienen sede en países emergentes, y que las sanciones a Putin y a Rusia están muy ligadas a Occidente.

Finalmente, el gigante ha optado por anunciar que retira a Rusia de todos sus índices a partir del cierre del 9 de marzo, sumándose así a Stoxx. FTSE también veta a Rusia de sus indicadores, y la expulsión será efectiva desde el lunes 7 de marzo.

Esta decisión va a tener repercusiones en productos ESG muy relevantes; ya que algunos de los ETFs más relevantes en este segmento están calculados sobre indicadores MSCI.

Uno, por ejemplo, es el ESGE de iShares (BlackRock). Al cierre de 2020 no solo era de uno de los veinte ETF ESG más grandes del mundo, sino que fue uno de los líderes en captaciones de dinero.

De acuerdo con su información pública, siguiendo al índice MSCI Emerging Markets Extended ESG Focus Index, contaría con exposición a más de una decena de compañías rusas; entre ellas Gazprom, Lukoil o Polymetal.

Amundi también cuenta con un ETF propio que replica a un índice similar de la familia ESG de MSCI, el MSCI EM ESG Leaders 5%. Es el Amundi MSCI Emerging ESG Leaders, cuyo patrimonio es ligeramente inferior a los 1.000 millones de dólares y que también cuenta con exposición a Rusia.

De hecho, Gazprom, figuraría entre sus diez principales posiciones, con un peso del 1,41 por ciento. El índice es un best-in-class en materia de notas ESG en países emergentes y además aplica exclusiones para empresas relacionadas con el alcohol, los juegos de azar, el tabaco, el carbón térmico, la energía nuclear, las armas convencionales, las armas nucleares, las armas controvertidas y las armas de fuego civiles.

Amundi ajustará en sus fondos la expulsión de Rusia de los índices en el valor liquidativo del 4 de marzo

Desde la gestora explican cómo efectuarán el ajuste. «MSCI ha anunciado la retirada de Rusia de los índices de mercados emergentes a partir del 9 de marzo con un valor cero», apunta.

«De acuerdo con este anuncio, el cierre de la Bolsa de Moscú y la suspensión del mercado de títulos depositarios representativos de acciones extranjeras (GDR), Amundi ajustará, por tanto, el precio de liquidación de las acciones rusas en la valoración de los fondos o en las comisiones de suscripción/reembolso, a partir del valor liquidativo del 4 de marzo, hasta nuevo aviso», avanza a SOCIAL INVESTOR.

«También estamos monitorizando de cerca el comportamiento de nuestros proveedores de índices respecto a la situación en Rusia», termina.

Ahora en portada