El engagement gana peso en las carteras ESG

La gestora suiza Pictet AM estrena su fondo Positive Change para favorecer el diálogo activo con empresas en vías de mejorar su transición energética

El engagement gana cada vez más peso en los procesos de inversión ESG de las gestoras. La última en sumarse a esta tendencia ha sido Pictet AM, una de las mayores entidades independientes europeas que al cierre de marzo gestionaba 235.000 millones de euros en activos.

La gestora suiza lanzó esta semana su fondo Positive Change, cuyo foco se centra en empresas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en otras compañías que estén mejorando ese proceso.

Para ello, apuestan por dar cabida al engagement, una estrategia que se centra en el diálogo activo con las empresas para ayudarlas a volcarse en su ruta de transición energética.

Parte de la gama verde claro

El fondo está clasificado como artículo 8 -verde claro- según el Reglamento de Divulgación (SFDR) europeo, lo que corresponde a la segunda ‘nota’ en sostenibilidad de la normativa europea.

Las actividades de cada empresa se analizan en función de siete ODS: personas y sociedad; alimentos y naturaleza; clima y energía; economía circular; ciudades y movilidad digital e inclusión financiera.

Ese alineamiento puede verse favorecido gracias al engagement, según explica a SOCIAL INVESTOR Evgenia Molotova, cogestora del Pictet-Positive Change. “No queremos invertir solo en empresas cuyas actividades ya tienen impacto positivo, pues se pierde la oportunidad de los rezagados, los que realmente necesitan cambiar”, argumenta.

En su opinión, algunos sectores como el industrial y el de materiales suelen ser “ignorados”  a pesar de su importancia para la sociedad. Al establecer el diálogo con la empresa, la gestora encuentra la oportunidad de alcanzar soluciones apropiadas que, a su vez, “tienden a mejorar sus valoraciones”.

Eso no implica que todas las empresas puedan cambiar. “Una mina de carbón siempre será una mina e incluso en industrias que pueden cambiar, su dirección puede querer seguir haciendo lo que siempre han hecho de la misma manera”, apunta Molotova.

Ejemplos prácticos

La gestora ha encontrado en general que las empresas son receptivas a ser parte del cambio. Especialmente, cuando cuantifican sus objetivos para demostrar que el proceso de transformación crea valor.

Es, por ejemplo, el caso de un “importante” fabricante estadounidenses de lentes de contacto desechables. “Cada año se tiran 14.000 millones por el lavabo y estamos explorando con ellos la posibilidad de hacerlas biodegradables, que son viables y creemos que a los consumidores les gustaría”, detalla Evgenia Molotova.

Su equipo de gestión del fondo también ha encontrado en un enorme potencial en el acceso a la financiación de segmentos “desatendidos de la población” a través de bancos ‘online’ y seguros. “Por ejemplo, en China, solo el 2 por ciento de su población tiene seguro médico privado”, detalla la gestora.

El fondo solo lleva dos días en circulación, por lo que carece de folleto. Pictet AM tampoco detalla, por el momento, las primeras posiciones, aunque desvelan que las empresas españolas pueden tener cabida en la cartera, ya que cuenta con exposición al índice MSCI ACWI, una de las mayores referencias de mercados ESG y que cubre 23 mercados desarrollados entre los que se incluye España.

Molotova descarta, a su vez, convertirse en “activistas hostiles”. “Para que el diálogo activo sea eficaz los objetivos deben ser realistas, deseables y beneficiosos para la empresa. A veces implica trabajar con las empresas sobre cómo comunicarse con los mercados de capitales”, afirma. En ese punto, las compañías europeas “parecen ser mejores” que, por ejemplo, las estadounidenses, pero los beneficios se traducirán en el corto plazo.

“El enfoque de impacto será la norma para todos los inversores de renta variable de aquí a cinco años”, detalla.

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