20 gestoras para fans del Acuerdo de París

Una veintena de gestoras se comprometen a alinear el 100% de su cartera con la ruta hacia las cero emisiones. Los pesos pesados de la industria están fuera

La industria de la gestión de activos fue una de las protagonistas de los acuerdos de la COP26, cuando instituciones financieras con 130 billones en activos se comprometieron a virar sus carteras para que se pudieran lograr los objetivos del Acuerdo de París; es decir para lograr descarbonizar la economía mundial en 2050.

Seis meses después de la cumbre climática de Glasgow, más de una veintena de gestoras de activos integradas en la Net Zero Asset Managers (NZAM) ya se han comprometido a alinear completamente su cartera con la ruta hacia el ‘net zero’. No obstante, mayoritariamente son pequeños y medianos jugadores de la industria (véase gráfico).

Entre ellos, solo una –Mirova, que gestiona 30.000 millones de dólares en activos y forma parte del grupo Natixis– tendría este objetivo contemplado para 2022. La mayoría se habrían puesto esta meta para 2030, aunque algunos nombres propios como FAMA, Storebrand o Terra Alpha Investments lo habrían establecido para 2025.

Los promotores de la alianza entre gestoras, sin embargo, esperan que la cifra vaya creciendo a medida que pasen los meses. Para las gestoras poder fijar un objetivo comparable no es sencillo, ya que debe implementar una serie de métricas más o menos estandarizadas.

En el caso de los integrantes de la NZAM -entre los que figuran las españolas Santander AM e Ibercaja Gestión, sus firmantes pueden recurrir a tres: la Paris Aligned Investment Initiative Net Zero Investment Framework, el Science Based Target initiative for Financial Institutions y el Net Zero Asset Owner Alliance Target Setting Protocol de la ONU.

Las firmas con una alta exposición patrimonial a productos de gestión pasiva, como fondos indexados o ETF, además, tienen el hándicap de que cuentan con menos capacidad de compromiso, porque la composición de sus productos depende de un índice que ellos no elaboran; lo que también afecta al volumen de activos comprometidos.

La ambición que todas estas gestoras hicieron público hace pocos días es alcanzar un porcentaje determinado de activos alineados con la ruta net zero en 2030 o antes. Estos objetivos deben ser consistentes con el objetivo de reducción de un 50 por ciento de las emisiones hasta 2030.

Esta línea roja es el recorte que el último informe de IPCC ha determinado que es necesario para limitar el calentamiento global a 1,5º en 2050.

Hasta el momento, en la NZAM se han integrado 273 firmas, que gestionan 61,3 billones de activos. Muchas de ellas todavía no han establecido objetivos para 2030 -cuentan con un plazo de gracia tras la adscripción- por lo que la cifra de inversiones alineadas con la ruta hacia el net zero crecerá en los próximos meses.

Los 'big three', a ritmos muy diferentes

En la lista de firmantes -no así en el ranking de gestoras 100 por 100 alineadas con el Acuerdo de París- figuran los considerados 'big three', que son Blackrock, State Street y Vanguard.

Sin embargo, sus primeros objetivos son muy diferentes y es la firma que preside Larry Fink la que ha comprometido un objetivo más exigente, al avanzar que para 2030 el 77 por ciento de sus activos estará alineado con la ruta cero neta.

Esa meta significa que 7,3 billones de dólares en activos deberán cumplir con la ruta científica hasta el cero neto. Es un volumen muy por encima del que han comprometido por el momento State Street o Vanguard.

El primero, hasta ahora, coloca su meta en el 14 por ciento de los activos bajo gestión, por lo que afecta a unos 582.700 millones de dólares en inversiones; el segundo reduce el porcentaje para situarlo en el 4 por ciento de su cartera; es decir en 290.000 millones de dólares.

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