La escasez de oferta de hipotecas verdes encarece su precio

Las hipotecas verdes pasan por un mal momento provocado tanto por la falta de oferta de las entidades, como por un precio más alto que el de las hipotecas convencionales

Las entidades reducen su oferta de hipotecas verdes

Si bien el barómetro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) apuntó que la preocupación de los ciudadanos por el medio ambiente creció del 2,7 al 14,6 por ciento desde julio hasta entonces, hay algo que ocupó mucho más espacio en la mente de los españoles, los problemas económicos derivados del contexto de inflación y de subidas de tipos de interés.

Un contexto en el que, sin duda, resulta mucho más difícil concienciar de la importancia de las finanzas sostenibles, sobre todo cuando las hipotecas verdes para financiar la compra, construcción o rehabilitación de una vivienda con certificado energético A o B, son más caras que las convencionales.

Una conclusión que se extrae del estudio de finanzas verdes en España, realizado por la Asociación de usuarios financieros, Asufin, que afirmó que la TAE media de la hipoteca verde a tipo fijo alcanzó el 4,41 por ciento, mientras que la de tipo variable se elevó hasta el 3,63 por ciento.

Cifras que, en el caso de las hipotecas a tipo fijo, suponía un 1,10 por ciento más que la media de las convencionales, situada en el 3,31 por ciento, y en el de las variables, un 0,04 por ciento más, en comparación con el 3,59 por ciento.

Un encarecimiento de estas hipotecas verdes al que se suma, asimismo, la falta de oferta por parte de las entidades financieras, de acuerdo a Asufin.

La falta de oferta presiona a las hipotecas verdes

«En un momento en el que los clientes tienen como una de sus principales preocupaciones el precio de las hipotecas y buscar mejores condiciones, la respuesta de las entidades financieras es muy negativa, en cuanto que han restringido su oferta de hipotecas verdes y tampoco nuevos operadores apuestan por ella», afirmaron desde la asociación española.

«Así, la oferta se concentra en tres entidades: Bankinter, Triodos y BBVA. Banco Santander ha dejado de comercializar su hipoteca Vivienda Sostenible, a Euribor + 1,99%, y Banco Sabadell ya no incluye en su cartera su hipoteca bonificada para adquisición de vivienda con calificación energética A ó B, que ofrecía al tipo fijo 2,50 por ciento. Por su parte, Liberbank ha dejado de comercializar su hipoteca Oxígeno, a Euribor + 1,79 por ciento, tras la fusión con Unicaja», añadieron.

Un cocktail de menor oferta y a mayor precio que, dado el complejo momento actual, hace ardua la tarea de que estos productos se popularicen entre los usuarios, denunciaban desde Asufin.

«El ajuste económico que estamos viviendo ha roto una tendencia, la del crecimiento del número de españoles que estaban dispuestos a pagar más, por apostar por un producto financiero sostenible», sentenciaron en su informe.

¿Financiación más verde o inmuebles más verdes?

Al ser preguntados por su valoración respecto al estado de las hipotecas verdes, desde la Asociación Hipotecaria Española (AHE) apuntaron que «es un producto que se encuentra en fase incipiente», pero que «por la relevancia que van cobrando paulatinamente los aspectos de sostenibilidad y eficiencia energética en la sociedad, es probable que en el medio plazo veamos una mayor oferta comercial».

En su opinión, sin embargo, «no es correcto hablar de financiación verde», sino de que los inmuebles que sirven de garantía para un préstamo «tienen una clasificación energética determinada».

Desde la AHE razonaban, por tanto, que «a medida que se desarrolle un parque inmobiliario más verde, y cuando se acabe de determinar cuando un inmueble es verde», la financiación para su adquisición también lo será. 

Una perspectiva que, de alguna manera, obliga a preguntarse qué requiere mayor atención: la puesta en marcha de más productos específicamente dedicados a financiar la compra de viviendas sostenibles, o la rehabilitación de edificios para mejorar su eficiencia energética, así como la construcción de nuevos inmuebles que cumplan con estos estándares.

Un dilema ante el que desde el mismo Banco Sabadell, por ejemplo, parecían inclinarse por la segunda opción, como apuntó la directora de fondos europeos de la entidad, Carmen Urraca.

Y es que, a su paso por el podcast de finanzas.com, la experta explicó las ventajas de una inversión que, a la larga, permita el ahorro mediante la mejora de la eficiencia energética, apoyada en los fondos europeos dedicados a este fin.

La primera opción, por el momento, no parece triunfar ni entre unas entidades financieras que optaron por ir retirando sus ofertas en materia de hipotecas verdes, ni entre unos usuarios que en estos momentos prefieren no pagar de más por contratar estos productos.

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