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El motor europeo incumple sus objetivos verdes

Alemania incrementó más de un 4% su volumen de emisiones de gases de efecto invernadero en 2021. Excedió sus compromisos por segundo año consecutivo

Alemania está siendo incapaz de reducir su volumen de emisiones. L a economía más grande de Europa emitió el equivalente a alrededor de 762 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2021, lo que representa un incremento de 4,5 por ciento, de acuerdo con la información avanzada este martes por el Ministerio de Economía y Clima.

Es el segundo año que el gigante incumple sus propios objetivos climáticos y en parte está ligado a la dependencia del gas ruso. Las limitaciones en el suministro aplicadas por Rusia el año pasado obligó a la centrales germanas a utilizar carbón y fuel-oil para impedir el corte del suministro eléctrico, acelerando el volumen de emisiones.

La coalición del canciller Olaf Scholz, que incluye al Partido Verde como su segundo miembro más grande, ha hecho de la lucha contra el cambio climático un objetivo clave. Se ha comprometido a acelerar la descarbonización, impulsando un plan para generar casi toda la energía eléctrica del país desde fuentes renovables en 2035.

El impulso por una energía más limpia ha adquirido mayor urgencia con Alemania, que busca dejar de depender del gas y el carbón de Rusia después de la invasión de Ucrania.

Mientras tanto, el cierre previsto de la los últimos tres reactores nucleares del país es probable que conduzca a una mayor utilización de combustibles fósiles hasta que haya suficiente energía eólica y solar la capacidad está instalada.

«No podemos tener una repetición del punto muerto que hemos visto en el últimos años», señaló el viceministro Patrick Graichen.

«La guerra de Rusia contra Ucrania también ha dejado dramáticamente en claro cuánta seguridad y energía suministro están interconectados. Ya no podemos darnos el lujo de ignorarlo», añadió.

El objetivo de Alemania es reducir las emisiones de efecto invernadero a 438 millones de toneladas en ocho años. Eso significa reducir emisiones actuales en 324 millones de toneladas, casi el doble de las reducciones realizadas desde 2010.

Alemania, además, es imprescindible para que Europa pueda cumplir con sus propios objetivos, que son reducir las emisiones un 55 por ciento hasta 2030. Si Alemania no progresa, difícilmente podrán alcanzarse.

Energía barata

De los 33 millones de toneladas adicionales de CO2 del año pasado, unas 27 millones de toneladas provinieron del sector energético debido al aumento de la demanda debido a la recuperación económica tras la pandemia del coronavirus.

La baja velocidad del viento provocó que la energía renovable cayera un 7 por ciento, mientras que el aumento de los precios del gas obligó a apoyarse más en el carbón.

Alemania necesita triplicar la expansión de la energía eólica y solar para lograr su objetivo de obtener el 80 por ciento de su electricidad de fuentes alternativas para 2030. Si bien las emisiones han caído un 38,7 por ciento desde 1990, es necesario que se contraigan a un ritmo del 6 por ciento anual para lograr sus propias metas de cara a 2030. En promedio, la reducción anual hasta el momento ha sido del 2 por ciento.

Las emisiones procedentes del transporte también han sido un problema, ya que el sector ha excedido sus propias cuotas en unos tres millones de toneladas. En este sentido, el gobierno germano espera una mayor colaboración del sector del automóvil.

«Hay que decir que en los últimos años y décadas la sector de la movilidad no ha contribuido lo suficiente a reducir la dependencia del petróleo», según apuntó el ministro de Economía, Robert Habeck, ex líder de los Verdes, en un evento de la industria automotriz celebrado este martes en Berlín.

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