El ‘green deal’ europeo fuerza a Alemania a multiplicar sus inversiones en renovables

La recesión provocada por el coronavirus le ha permitido cumplir sus objetivos de recorte de emisiones para 2020, pero volverán a subir este año

Berlín, capital de Alemania. Foto de Ansgar Scheffold en Unsplash

El ‘dorado’ de las renovables no solo es el plan verde de Joe Biden para Estados Unidos. También la primera economía de la zona euro deberá asumir importantes inversiones para asegurarse llegar en 2030 a los objetivos de reducción a los que se ha comprometido Europa.

En concreto, de acuerdo con Agora Energiewende, un ‘think tank’ especializado en política energética germana, el volumen de inversiones que va a tener que realizar el país va a ser muy relevante para poder adaptarse a la hoja de ruta del ‘green deal’ europeo.

“Es necesario triplicar la expansión de la energía eólica y duplicar la energía solar. Esto corresponde a las velocidades de instalación que teníamos hace unos años», señalan.

«Alemania ha logrado aumentar la participación de las energías renovables en el consumo de electricidad del 17 al 46 por ciento en los últimos diez años. Ahora necesitamos un esfuerzo similar hasta 2030», avanzan.

Un esfuerzo que parece que están teniendo en cuenta los inversores, que se están fijando en las compañías que podrían aprovechar ese tirón.

Norges Bank, por ejemplo, ha aumentado su exposición a Nordex, uno de los fabricantes de aerogeneradores que cotizan en la bolsa germana, y que también cuenta con plantas de producción en países como Estados Unidos.

Acciona es el principal accionista de Nordex, por lo que se podría ver beneficiada indirectamente por una mayor actividad en inversión renovable en el país. Y también otras empresas españolas, como Siemens Gamesa, que también es fabricante de turbinas.

En términos generales, las empresas de energías renovables ya están descontando que gran parte de los proyectos de inversión con los que se espera que las economías mundiales dejen atrás la crisis económica, se va a sustentar sobre proyectos medioambientales.

Esta expectativa está ayudando a que las acciones de las empresas de renovables hayan iniciado el año en positivo, a pesar del fortísimo avance del ejercicio anterior.

Un 2020 atípico por el coronavirus

Agora Energiewende ha avanzado estas estimaciones durante la publicación de su informe sobre la evolución del mercado germano en 2020, que fue muy positiva en materia de reducción de emisiones, pero gracias al efecto sobre el consumo energético provocado por la pandemia.

En concreto, las emisiones se contrajeron un 42,3% respecto a los niveles de 1990 -Europa utiliza esta década como referencia porque fue cuando se alcanzó la cota más alta en gases contaminantes-.

Con este resultado, Alemania habría cumplido su propio objetivo, que era lograr una reducción del 40% para 2020. Eso sí, no lo habría conseguido sin el parón económico generado por la crisis económica.

La recesión económica ha sido la principal impulsora de la reducción de gases contaminantes

De hecho, para Agora Energiewende, el cierre de la economía fue justo una de las razones clave para conseguirlo.

«Los principales impulsores fueron las caídas en el consumo de energía, la producción industrial y el transporte causadas por la recesión, los precios relativamente altos del CO2 en combinación con los bajos precios del gas, y un invierno suave con un bajo consumo de energía para calefacción», repasan estos expertos.

De hecho, insisten en que los únicos efectos reales sobre la contracción del volumen de emisiones son los producidos por la sustitución de las centrales de carbón, y anticipan una aceleración de la emisiones -de nuevo- este ejercicio.

“El tráfico y la industria volverán a emitir más gases de efecto invernadero tan pronto como la economía se recupere. Y en la industria energética, también. El consumo de electricidad podría aumentar más rápido en 2021 que el aumento de las energías renovables», pronostican los expertos germanos.

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