El crecimiento de los bonos sostenibles en 2022, a examen

Standard & Poor's recorta en un 16 por ciento sus previsiones para el valor total de los bonos sostenibles emitidos a lo largo de 2022

Primera emisión bonos verdes Italia

A pesar de sumar nuevos y potentes aliados durante este año, como Singapur, que el pasado agosto anunció su intención de lanzar sus primeros bonos verdes de la historia, la realidad es que el mercado de nuevas emisiones de renta fija sostenible pasa por horas muy bajas.

Tanto es así, de hecho, que Standard & Poor’s optó esta semana por recortar en un 16 por ciento la previsión de crecimiento que había hecho para el mercado mundial de bonos sostenibles en 2022, «a la luz del empeoramiento de las condiciones crediticias en lo que va de año».

Si la agencia de calificación crediticia consideraba en febrero que 2022 dejaría un total de emisiones sostenibles por valor de 1,5 billones de dólares, ahora estima que las cifras totales «apenas alcanzarán los 865.000 millones de dólares».

Durante julio, por ejemplo, las ventas de bonos verdes cayeron a 24.000 millones de dólares, una cifra que suponía quedarse en prácticamente la mitad del valor generado durante el mismo mes del año pasado, cuando se consiguió emitir papel verde por más de 45.000 millones de dólares.

Por ello, ante estas «tendencias de emisión más débiles de los mercados mundiales de bonos en el primer semestre de 2022», que S&P pronosticaba que «probablemente continuarán en el segundo», la institución global pasó a reducir sus previsiones.

Los sectores más afectados en esta caída de los bonos sostenibles

Dentro del descenso generalizado que S&P contemplaba en sus nuevas previsiones para el mercado global de bonos sostenibles, la agencia de calificación crediticio destacó en su informe que «las condiciones económicas mundiales han afectado a algunos tipos de emisores más que a otros».

En este sentido, las empresas no financieras mantuvieron su cuota de liderazgo durante el primer semestre del año en el 39 por ciento, «pero con un descenso del 16 por ciento en la emisión».

El sector de los servicios financieros, en el que se incluyen bancos y aseguradoras, por otro lado, es «el único tipo de emisor que ha aumentado la emisión», al incrementar su cuota hasta un 11 por ciento.

El peor descenso lo registró el sector público, en el que se dibujó un descenso del 37 por ciento en la emisión de instrumentos de renta fija verde, «aunque la emisión total de deuda del sector aumentó un 22 por ciento».

«La tendencia a la baja del sector público financiero se explica en gran medida por la oleada de emisiones de bonos sociales en la primera mitad de 2021, por parte de la Comisión Europea», explicaba S&P en su informe.

Estas emisiones de la Unión Europea, matizaba la agencia, ascendieron a más de 55.000 millones de dólares en 2021, debido a la alta actividad del programa SURE, lanzado para mitigar los efectos económicos y sociales de la pandemia.

Las diferencias por regiones

Curiosamente, aunque la Unión Europea cargue con parte de culpa en la menos cantidad de nuevos bonos verdes en 2022, Europa siguió siendo la región con mayor peso en la puesta en marcha de este papel en el mercado, de acuerdo a los datos proporcionados por S&P.

La agencia, que esperaba que el reparto regional de las emisiones sostenibles se mantenga «relativamente constante hasta 2022», indicó en su informe que Europa fue el punto de origen del 45 por ciento de las emisiones mundiales en el primer semestre de 2022.

El fuerte crecimiento del 17 por ciento en la comparativa interanual entre semestres hizo que Asia y Oceanía se auparan conjuntamente hasta el segundo lugar en la división por regiones establecido por S&P.

Al superar los 100.000 millones de dólares en emisiones durante los seis primeros meses de 2022, la región representó el 23 por ciento del mercado mundial.

Norteamérica, mientras tanto, acaparó el 16 por ciento de cuota de mercado, mientras que Latinoamérica se quedaba en un 3,5 por ciento.

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