La ESG condena a los superbanqueros a la extinción

El mercado español no es el único en el que los inversores se mueven para conseguir que la concentración de poder se diluya dentro de las cotizadas.

En Wall Street, un mercado en el que también está muy arraigado que la figura del CEO -más parecido al presidente ejecutivo español- la presión por la gobernanza también es creciente y podría provocar pronto cambios históricos, como el final de la era de los superbanqueros.

De acuerdo con FT, por ejemplo, JPMorgan sería uno de lo grandes bancos que estaría valorando separar los roles del consejero delegado y de presidente del consejo, ahora en manos de Jaime Dimon.

El propio Dimon en su carta a la junta de accionistas reconocía hace pocos días que el banco trabajaba constantemente en la búsqueda de candidatos para el consejo y que no se olvidaba del toque de atención de los accionistas alrededor del proceso de sucesión del consejero delegado.

Un 48% de los accionistas votaron en la junta de 2021 a favor de la separación de poderes

«Nuestro proceso continuado de búsqueda de candidatos para el consejo nos permite crear una cartera de alternativas sólida. Buscamos reclutar a aquellos candidatos que contribuyan con sus habilidades, experiencia, características personales y antigüedad a aportar equilibrio al consejo y estamos estableciendo vínculos con posibles candidatos tanto a largo, como a corto plazo», señalaba Dimon a los accionistas.

Respecto a la sucesión del CEO, precisaba que el banco consideraba las «preocupaciones de los accionistas, lo que permitirá al consejo adoptar la mejor decisión posible cuando llegue el momento de la sucesión del consejero ejecutivo», añadía.

En la junta de 2021, un 48 por ciento de los accionistas de JPMorgan aprobaron una propuesta para que el banco separara las funciones de presidente y de consejero delegado; algo que se considera una buena práctica en materia de gobernanza, pero ha sido poco habitual en el mercado estadounidense.

En 2017, de acuerdo con Bloomberg, prácticamente todos los CEO del S&P combinaban en unas únicas manos el poder del presidente y del consejero delegado. Ahora, la cifra ha caído por el debajo del 50 por ciento, mientras que aumenta la proporción de independientes.

¿Un precedente?

Aunque, por el monento, Jaime Dimon seguirá acumulando todo el poder en JPMorgan, si el banco aprueba una separación de poderes creará un precedente para otras entidades en Wall Street.

De hecho, otros grandes bancos de inversión estadounidenses, como Morgan Stanley, Goldman Sachs o Bank of America, cuentan con una estructura de gobernanza que la que todo el poder del presidente y del consejero delegado se concentra en unas únicas manos.

Si JPMorgan da un paso para poner fin al modelo de superbanquero, es muy probable que los accionistas del resto también presionen para que se produzca una renovación de gobernanza de la banca estadounidense.

Un modelo vigente en España

En España, en el sector financiero, es un modelo mucho más habitual, aunque históricamente los presidentes de los bancos acumulan más poder de lo que correspondería a una presidencia institucional.

Aunque todas las entidades cuentan con el nuevo rol, los únicos bancos de IBEX con presidencias institucionales serían Bankinter, con Pedro Guerrero al frente, y el Banco Sabadell, con Josep Oliu.

Caixabank, antes de la fusión con Bankia, también contaba con una estructura corporativa similar, en la que Jordi Gual ejercía de presidente no ejecutivo, pero que ha sido modificada tras la integración. José Ignacio Goirigolzarri sí se reparte algunas responsabilidades con Gonzalo Gortázar.

En el caso del BBVA y del Banco Santander, las presidencias de Carlos Torres y de Ana Botín son más similares al modelo de presidencias ejecutivas, aunque en su caso muchas de sus competencias sí están delegadas a Onur Genç y José Antonio Álvarez.