El clima se vuelve protagonista en las juntas de los bancos europeos

UBS, Credit Suisse y Barclays son algunos de los grandes bancos en los que han prosperado las cuestiones climáticas. En España sigue siendo una asignatura pendiente

Las propuestas relacionadas con el medio ambiente han adquirido más protagonismo en la última temporada de juntas de los grandes bancos europeos. Cuestiones que, en España, siguen siendo una asignatura pendiente para la banca del IBEX 35.

Entidades como UBS, Credit Suisse, Barclays y Deutsche Bank se introdujeron resoluciones relacionadas con sus estrategias climáticas, obteniendo resultados que, sin embargo, mostraron cierto descontento entre los accionistas.

Entre bancos españoles como el Santander, BBVA y Caixabank, que celebraron sus juntas a finales de marzo, la cuestión fundamental fue el informe de remuneraciones del consejo de las entidades, pero no hubo ni rastro de las propuestas ambientales.

La presión activista

El activismo accionarial ha sido gran responsable de que las cuestiones climáticas hayan ganado peso entre los grandes bancos de Europa. Se trata de una cuestión normativa, ya que en países como Francia o Reino Unido el porcentaje para introducir propuestas en las juntas de una empresa es mucho menor al mínimo de España del 5 por ciento.

ShareAction es uno de los fondos activistas que más ha presionado a los bancos, introduciendo resoluciones en hasta 13 juntas de la última temporada. 

Por ejemplo, UBS fue uno de los primeros en someter a votación su hoja de ruta net zero, que incluye el compromiso para rebajar en un 71 por ciento sus emisiones en 2030. La propuesta se aceptó con más de un 77 por ciento de los votos, aunque muchos accionistas rechazaron la estrategia por no incluir objetivos para la descarbonización de las inversiones del banco.

Barclays también puso a prueba su estrategia climática. Precisamente, el banco británico había sido criticado por ShareAction en un informe en el que los activistas señalan que “carecía de la ambición necesaria para abordar la crisis climática”. El mismo informe señaló que Barclays era uno de los mayores financiadores de combustibles fósiles entre los firmantes del Acuerdo de París.

La propuesta climática, finalmente, recibió el apoyo de más de un 80 por ciento de los accionistas.

Efecto en los compromisos

Las estrategias de otros bancos sometidos a una mayor presión activista, como Credit Suisse, no llegaron a prosperar en la última junta del banco. La resolución recibió un apoyo de solo el 18 por ciento, mientras que más de un 71 por ciento de los accionistas se abstuvo en la votación.

Eso llevó al banco a responder a los resultados comprometiéndose a actualizar sus políticas de descarbonización, principalmente en las inversiones de petróleo y gas en el Ártico, las de mayor volumen.

En la orden del día de la junta de Deutsche Bank no se introdujo ninguna propuesta ambiental, pero sí se hicieron preguntas relacionadas con la hoja de ruta climática, en un escenario previo al escándalo de ‘greenwashing’ en el que se ve inmersa su gestora DWS.

Una situación similar a la de la banca española. En la junta del Santander, todas las propuestas alcanzaron un quórum superior al 98 por ciento, salvo la política de remuneraciones del consejo, que prosperó con un 80 por ciento de los votos.

En Caixabank, las tres propuestas relacionadas con los salarios de su consejo fueron las que menos apoyo recibieron, con en torno a un 23 por ciento de rechazo por parte de sus accionistas. Situaciones similares se dieron en las juntas de BBVA y el Sabadell, en esta última, en la que la propuesta de retribuciones solo fue aprobada con un 60 por ciento del total.

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