BBVA revisará otra vez al alza sus objetivos de financiación sostenible

200.000 millones hasta 2025 ya le parecen pocos a Carlos Torres. El presidente del BBVA avanza que es muy probable que se quedaran cortos en la actualización de julio de 2021

A BBVA se le quedan pequeños sus propios objetivos renovados en materia de financiación sostenible. Carlos Torres, presidente del banco, avanzó durante la inauguración del curso de verano de la APIE y de la Universidad Menéndez Pelayo, que la entidad ya trabaja en otra revisión al alza.

«En 2018 fijamos el objetivo de canalizar 100.000 millones de euros en financiación sostenible hasta 2025. La hemos duplicado a 200.000 millones y probablemente volveremos a elevarla», explicó Torres durante su intervención. El banco mejoró su meta en julio de 2021.

Hasta marzo y desde 2018 el banco ya había canalizado 97.000 millones en volumen de financiación sostenible (incluye tanto financiaciones verdes, como sociales), pero el horizonte se dibuja como un escenario mucho más próspero para este tipo de préstamos, dadas las «colosales» inversiones, en palabras de Carlos Torres, que se deben hacer solo para lograr el objetivo de descarbonización.

El mundo debe invertir el 8% del PIB para descarbonizarse

Hasta 2050, el mundo debería invertir 276 billones de dólares si quiere llegar al escenario firmado en el Acuerdo de París. «Esto significa destinar el 8 por ciento del PIB mundial», cuantificó el presidente del BBVA.

El nuevo cuadrilátero bancario

Si Carlos Torres no se equivoca, la financiación de la descarbonización se va a convertir en el futuro cuadrilátero bancario. Por el momento, ya prácticamente todos bancos del IBEX han presentado cifras objetivo -aunque difícilmente comparables- entre otras razones por su adhesión a la Net Zero Banking Alliance.

Torres hizo referencia a la participación del BBVA en esta red, que hace poco que cumplió un año, y que obliga a sus firmantes a ir comunicando planes concretos sobre cómo van a descarbonizar sus carteras.

El Banco Santander, el Banco Sabadell, Caixabank y Bankinter también están integrados. No obstante, por el momento, solo el BBVA ha avanzado objetivos concretos de reducción de exposición a sectores contaminantes más allá del carbón.

La semana pasada se publicó la primera guía, que se está sometiendo a consulta pública, sobre cómo la banca puede ir cumpliendo su hoja de ruta hacia la descarbonización.

Un camino en el que los reguladores y los distintos países deben cumplir su propio papel, aunque el grueso de la financiación vendrá de sector privado.

Torres también se refirió a ese proceso y a la necesaria armonización que debe producirse entre países. Para el presidente del BBVA uno de los puntos clave es que el precio del carbono y pidió -aunque está muy alejado de la realidad- un sistema de negociación de los contratos más o menos global.

Por el momento, existen diferencias muy acusadas tanto en las tipologías de los mercados de carbono, como en los precios que se marca en cada uno de ellos. Sin embargo, la armonización por ahora es compleja, aunque organismos como el FMI ya han apuntado que sería una medida eficiente para lograr avances a nivel global.

Europa, por ejemplo, quiere modificar sus mercados de carbono, donde los contratos cotizan a precios notablemente más caros que, por ejemplo, en China.

Sin embargo, la reforma podría quedar paralizada en el Parlamento europeo, donde las comisiones de medio ambiente y economía se han opuesto a la última propuesta de la Comisión Europea.

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