La inversión en fondos es una herramienta fundamental para tu planificación financiera a largo plazo. No obstante, la estrategia óptima no es estática: debe evolucionar a medida que cambian tus circunstancias personales y, especialmente, tu edad como inversor. A continuación, analizamos cómo podrías adaptar tu estrategia de inversión en fondos a lo largo del ciclo vital, integrando buenas prácticas.

En lo que se refiere a la edad, uno de los métodos más populares para ajustar la exposición al riesgo según es la llamada «regla del 100». Este principio consiste en restar la edad del inversor a 100 para determinar el porcentaje de la cartera que debería estar invertido en renta variable, destinando el resto a renta fija.