Los mercados europeos de renta fija se tambalean en el cuarto trimestre, habiendo alcanzado brevemente los rendimientos más altos a 10 años de la última década. Sin embargo, al no haber un desencadenante interno aparente, este repunte de los rendimientos es más bien el resultado de los vientos adversos que llegan del otro lado del Atlántico y que lo azotan todo a su paso.

Aunque Italia y Francia han publicado unas estimaciones de déficit presupuestario preocupantes, no hay nada nuevo en el panorama económico europeo. Lo que es diferente ahora es la incesante subida de los rendimientos del Tesoro estadounidense y la fortaleza del billete verde.