Alas de cera

INVESTIGACIÓN ● Con la excusa de perseguir un sueño se puede construir una pesadilla. Y, si no, que se lo pregunten a los 25.000 profesionales que, en conjunto, han despedido Twitter, Facebook y Amazon

Elon Musk.

A lo largo de la historia, la eclosión de nuevas tecnologías –la imprenta, la máquina de vapor, la electricidad y el motor de combustión— ha generado la emergencia de personajes que amasaron grandes fortunas e inmenso poder. La clave de su éxito fue su visión para explotar antes y mejor que nadie el potencial económico de nuevos avances y, paralelamente, su determinación para doblegar sin contemplaciones a quienes se resistieran a sus planes.

Mark Twain denominó a la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del XX en los Estados Unidos como la «Gilded age», la «Edad dorada». El término alude a la sucesión de transformaciones que permitieron al país convertirse en la potencia mundial dominante. Pero, al mismo tiempo, se asocia a apellidos como Rockefeller, Carnegie, Hearst, Vanderbilt, Ford y Morgan a los que, colectivamente, se les conoce como los «robber barons», los «magnates ladrones».

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