Los mercados viven una calma artificial, según Pedro Escudero: «El riesgo es altísimo»
El CEO de Doma Perpetual advirtió en el XV Foro de Asesores Financieros de que las políticas expansivas y la fiebre por la IA pueden distorsionar los precios y crear nuevas burbujas
Pedro Escudero, CEO de Doma Perpetual, alertó en el XV Foro de Asesores Financieros del riesgo de una calma artificial en los mercados.
- Por qué importa: Los mercados atraviesan un periodo de aparente estabilidad que podría ocultar desequilibrios profundos. El gestor Pedro Escudero, CEO en Doma Capital, advierte de que la monetización de deuda y la euforia tecnológica aumentan el riesgo de burbujas.
- Tiempo de lectura: 5 minutos.
La calma actual de los mercados podría ser engañosa. Así lo advirtió Pedro Escudero, CEO de Doma Perpetual, durante la ponencia de cierre del XV Foro de Asesores Financieros de la revista Inversión y Banco Mediolanum. «Estamos en un momento de riesgo altísimo, pero parece que nadie quiere verlo», alertó.
El gestor describió un entorno en el que los bancos centrales y los gobiernos han experimentado con medidas inéditas para mantener el crecimiento.
«Antes no existía la monetización de deuda. Ahora se compran activos de renta fija de alto riesgo e incluso de renta variable. Han visto que no pasa nada y han dado nuevas herramientas a la política para empujar las economías hacia adelante», explicó.
Pero advirtió: «Si quitáramos todo ese déficit, no estaríamos donde estamos».
Una calma sostenida por estímulos
Escudero considera que los mercados mantienen una estabilidad ficticia gracias a la expansión monetaria y fiscal de los últimos años. «Hay demasiada calma para lo que se está intentando hacer. En cuanto comiencen a publicarse los datos económicos [en EE. UU.], veremos la magnitud del problema», afirmó.
Esa sensación de tranquilidad, añadió, contrasta con la especulación creciente que atraviesan distintos sectores. «El movimiento de capitales y la liquidez son máximos. Esa abundancia crea burbujas y sobrevaloración», señaló, recordando que el IBEX 35 ha tocado niveles comparables a los de 2007, aunque con fundamentos muy distintos.
Tendencias y burbujas tecnológicas
Entre las grandes tendencias que marcarán la próxima década, Escudero destacó dos fuerzas contrapuestas: la automatización del empleo y la revolución de la inteligencia artificial (IA). «Habrá menos puestos laborales y muchos requerirán poca educación. Prepararse para esa economía es esencial, tanto para los gobiernos como para las familias», explicó.
Sobre la IA, se mostró cauto: «Va a cambiarlo todo, pero no está claro quién ganará y quién perderá». El gestor advirtió del riesgo de sobreinversión en el sector tecnológico: «Hay muchísima inversión metida ahí, y eso eleva las valoraciones por encima de lo racional. Son burbujas normales, porque nadie quiere quedarse fuera».
Inversión con especialización y estómago
Para Escudero, la clave del éxito inversor no está en la diversificación extrema, sino en el conocimiento. «Para bajar el riesgo hay que especializarse. Invertir solo en lo que se conoce muy bien», defendió. La diversificación excesiva, dijo, suele ser un reflejo de falta de convicción: «Pretender saberlo todo de 40 empresas es imposible. Los mejores porfolios tienen unas 15 compañías no correlacionadas».
También subrayó el papel de la disciplina emocional en momentos de crisis. «Las grandes compras se hacen cuando los mercados caen un 4 % o un 5 %. Hay que tener estómago para soportar el estrés. El precio de la acción no te dice nada sobre el valor real de la empresa», explicó.
El largo plazo y el valor real
Escudero comparó la inversión con la conducción a alta velocidad: «Si quieres ir a 350 km/h, contrata a Fernando Alonso». Con esta metáfora, reivindicó el papel del gestor profesional frente a la inversión individual sin experiencia. «La bajada de riesgo viene de hacer menos cosas y hacerlas mejor», resumió.
Recordó que el S&P 500 ofrece históricamente una rentabilidad media del 8–9 % a largo plazo, y que la tarea del inversor es identificar gestores capaces de batir ese nivel. «Si no me das ese retorno, ¿por qué voy a pagarte?», planteó.
Aun así, se mostró optimista con España: «Tenemos buenas empresas medianas, empresarios competentes y un país seguro. Apostaría por España, pero el IBEX 35 no lo es todo». Su mensaje final fue un llamamiento a la prudencia y a la especialización: invertir con conocimiento y paciencia sigue siendo la mejor protección frente a la calma aparente del mercado.
● Has leído un artículo disponible sin suscripción. Accede a todo activando Inversión PRO. Te saldrá a cuenta: periodismo exclusivo, 400 análisis técnicos diarios, boletines, ESG y revistas. Sin compromiso. Planes desde 2,49€