Y va Putin y acelera la ESG

FOROS ● Las responsables de sostenibilidad de Naturgy y el Sabadell aseveran que la ESG se encuentra en un momento de gran avance, impulsado por la invasión rusa de Ucrania

De izquierda a derecha, Nuria Rodríguez Peinado, Isabel Abellán y Esther García.

El Foro Social Investor, impulsado por Inversión, arrancó centrado en la geopolítica y, en concreto, en la guerra de Ucrania como factor condicionante de la estrategia de sostenibilidad de las empresas y los gobiernos. 

Las dos participantes en el primer diálogo (representantes de sendas compañías del IBEX 35) explicaron que la invasión rusa de Ucrania ha supuesto un factor de aceleración de las políticas de sostenibilidad en las grandes compañías cotizadas. 

«Lejos de frenar los aspectos ESG y la ambición de determinados estados, lo que ha hecho ha sido acelerar la carrera del desarrollo sostenible», explicó Nuria Rodríguez Peinado, directora de medioambiente y responsabilidad social de Naturgy. 

Peinado puso el ejemplo de la propia gasista española, compañía que opera en un sector crítico para la economía y que, durante esta crisis energética, ha adaptado su marco de tarifas para reducir el impacto de la inflación en las finanzas de sus clientes (en un ejercicio de responsabilidad social corporativa). 

Asimismo, Rodríguez Peinado explicó que Naturgy efectuaba parte de su abastecimiento de gas en Rusia antes de la guerra y tuvo que reajustar sus fuentes de aprovisionamiento ante el conjunto de sanciones impuestas al país con motivo de la invasión de Ucrania. 

«En la «E» y en la «S» (de aspectos medioambientales y sociales) hemos acelerado ese compromiso.

Y la «G» (de gobernanza) es la herramienta que nos permite asegurar que las medidas tienen un efecto real a través de la medición de indicadores, la transparencia y la verificación por parte de los índices, verificadores externos e inversores, que nos pasan examen para ver que las medidas que hemos planteado sean una realidad. Por lo tanto, la crisis lo que ha hecho ha sido acelerar todo el proceso», insistió Rodríguez ante un centenar de invitados. 

El acento en la «E» 

Isabel Abellán, directora de sostenibilidad en banca corporativa de Banco Sabadell, estuvo de acuerdo con Rodríguez Peinado: «Hemos visto una aceleración increíble, sobre todo de la «E» por parte de muchísimos clientes, que se han planteado acometer proyectos de eficiencia energética para paliar esta situación» (de incremento de los costes energéticos). 

Asimismo, Abellán explicó que el Sabadell se adhirió hace justo un año a la iniciativa Net Zero Banking Alliance, promovida por las Naciones Unidas, y a través de la cual sus miembros se comprometen a que todas sus carteras de crédito e inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050. 

En ese sentido, en el Sabadell se han puesto manos a la obra para cumplir con este compromiso de descarbonización de la cartera crediticia, tal y como relató Abellán. En concreto, llevan meses programando sesiones de trabajo con los clientes para conocer de primera mano cómo están afrontando la transición energética. 

«Hemos hecho un ejercicio muy amplio y profundo. Para esto nos hemos tenido que pegar muy bien al cliente porque estamos intentando entender el modelo. Lo bonito de este momento es que la sostenibilidad se ve como una alineación de objetivos. El cliente se acerca a pedirte ayuda. Es la diferenciación que veo respecto al papel de mero colocador de productos que los bancos tenían en el pasado», reflexionó Abellán. 

Asimismo, otro termómetro de la aceleración que está adquiriendo todo lo relacionado con la sostenibilidad es el «tsunami regulatorio» (en palabras de Rodríguez Peinado) que están teniendo que afrontar las empresas. 

En concreto, Bruselas ha introducido nuevas normas sobre la información que publican las compañías en materia de sostenibilidad, que entrarán en vigor el 1 de enero de 2024 para las empresas de más de 500 empleados, ya sujetas a la directiva sobre divulgación de información no financiera (en 2025, para las no sujetas a la directiva y en 2026 para las pymes que cotizan, así como para las entidades de crédito pequeñas y no complejas y para las empresas de seguros cautivas). 

Más regulación

«En términos de ASG existe una dificultad mucho mayor respecto a otros indicadores económicos para tener una indicación fiable y homogénea. Por eso, esta normativa es absolutamente necesaria y la veo como una oportunidad de homogeneización de los indicadores ASG.  Para las empresas, es imprescindible tener un estándar que nos permite medirnos y compararnos», aseveró Rodríguez Peinado.  

«Es un reto pero también es una oportunidad. Necesitamos homogeneizar los estándares», coincidió Abellán, en este sentido. 

En la parte negativa, Rodríguez Peinado destacó el hecho de que no existe un único estándar en términos de reporting a nivel global «y eso hace que se complique más el reporting para las empresas». 

«Ahí lo que tenemos que conseguir es que los diferentes estándares se unan para que no perdamos tiempo en eso sino en tomar medidas que hagan que esos indicadores mejoren. Se debe trabajar en un único estándar a nivel internacional», apuntó.

 La necesidad de elevar el debate sobre la energía nuclear

Rodríguez Peinado y Abellán apelaron a la necesidad de elevar el debate respecto a la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía verde europea. «No lo hemos comunicado de manera eficiente. La opinión pública se ha quedado con que Bruselas ha convertido en verde una actividad que no lo era. Y esto no es positivo», explicó Abellán.

En ese sentido, Rodríguez Peinado puntualizó que se ha reconocido como una «energía de transición», con un horizonte temporal limitado y unas exigencias muy elevadas.

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