La Internet muerta y el humano ausente
La IA generativa facilita que los robots simulen la actividad de usuarios auténticos, alimentando fraudes y contenidos bazofia

¿Esta la IAG mantado Internet? Es una de las preguntas que despeja el número de julio de la revista Inversión.
Fil Menczer olió por primera vez lo que él llama «bots sociales» a principios de 2010. Estaba cartografiando cómo viaja la información en Twitter cuando topó de bruces con unos cuantos grupos de cuentas que parecían sospechosas. Algunas compartían miles de veces la misma publicación. Otras daban alcance a miles de publicaciones de cada cuenta. Recuerda que pensó: «Estos no son humanos».
Así empezó una larga carrera de observación de bots. Como distinguido profesor de informática en la Universidad de Indiana, Menczer ha estudiado la forma en que los bots proliferan, manipulan a los seres humanos y los vuelven unos contra otros. En 2014 formó parte de un equipo que desarrolló la herramienta BotOrNot para ayudar a la gente a detectar cuentas falsas. Ahora se le considera uno de los cazadores de bots más preeminentes de Internet.