La exploración lunar mete otra marcha, pero nadie se pone de acuerdo con las reglas

Las misiones lunares plantean nuevas preguntas sobre quién controla los negocios en el espacio. Mientras, cada vez más empresas planean ganar dinero fuera de la Tierra

Render de una estación espacial permanente en la Luna, diseñada por Helios.

Por Bruce Einhorn para la revista Inversión ● Mientras Elon Musk, a través de SpaceX, y otros operadores envían miles de satélites a la órbita, cada vez más empresas contemplan la opción, mucho más compleja, de aterrizar en la Luna. Una nave espacial de Aerospace Industries (compañía israelí) y otra de la organización sin fines de lucro SpaceIL se estrellaron en la superficie en 2019. Un módulo de aterrizaje de Ispace (Japón) sufrió un accidente similar en abril.

A finales de este año, dos empresas estadounidenses, Astrobotic Technology e Intuitive Machines, intentarán alunizar. Esas misiones privadas anuncian una nueva era del espacio. Y es que varias empresas trazan planes para lo que desde hace mucho tiempo ha sido material de la ciencia ficción: cultivos con invernaderos en la Luna, cartografiar el terreno con drones o extraer minerales del polvo lunar.

¿Ya tienes una cuenta? Loguéate