España se vuelve creativa contra la despoblación rural
Iniciativas privadas y públicas intentan revitalizar aldeas abandonadas en Castilla y León y Galicia, generando nuevos proyectos de vida y turismo rural

Juan Ansótegui en su propiedad en la aldea restaurada de Villalibado (Castilla y León).
Conducir por Castilla y León puede dar la impresión de estar solo en el mundo. El paisaje es una sucesión continua de campos de trigo, pastizales secos y extensiones de girasoles amarillos, salpicados por algún pueblo ocasional; a menudo no más que unas pocas casas de piedra destartaladas que rodean una iglesia. Con el transporte público fuera de alcance en estas zonas y las distancias entre pueblos demasiado grandes para ir a pie, la única opción es viajar en coche.
Regiones escasamente pobladas como estas son tan comunes que se han ganado su propio apodo: la “España Vacía”. Si bien las zonas rurales del país comenzaron a menguar a mediados del siglo XX, cuando los empleos en las fábricas atrajeron a los trabajadores a las ciudades, la despoblación se ha acelerado en los últimos años, especialmente en el noroeste. La falta de empleo y oferta cultural, sumada a las deficientes infraestructuras y viviendas, ha contribuido al éxodo. Las zonas rurales de España experimentaron un descenso de población del 4,4% entre 2014 y 2023, según un informe del gobierno, a pesar de que la población total del país creció un 2,6%.