La carrera del rompehielos: el Ártico, nuevo frente de la rivalidad global

Canadá se apoya en Finlandia para duplicar su flota mientras EE. UU., Rusia y China compiten por controlar aguas antes inaccesibles

El mes pasado, en un astillero de Finlandia, trabajadores cortaron la primera plancha de acero para un nuevo rompehielos. Durante los próximos tres años, se ensamblarán unas 10.000 toneladas de metal en el casco antes de que el buque sea trasladado a Quebec para su finalización.

El CCGS Arpatuuq, cuya botadura está prevista para 2030, será el primer rompehielos pesado construido —al menos parcialmente— en Canadá en más de medio siglo. Con un coste de 3.300 millones de dólares canadienses (2.400 millones de dólares estadounidenses), el buque tendrá 139 metros de eslora, un helipuerto, un hangar y capacidad para 100 tripulantes. Además, contará con “piscinas lunares” en la proa que permitirán acceso directo al océano Ártico para investigación polar y, potencialmente, vigilancia militar.

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