El ‘capitalismo sardina’ de Portugal, en aguas turbulentas

La estabilidad política y económica está en riesgo en Portugal, un ejemplo de la recuperación del euro

Los defensores del modelo portugués acuñaron la expresión “capitalismo sardina”.

Portugal (población: 10 millones) ha disfrutado de una recuperación milagrosa desde los días oscuros de su rescate durante la crisis del euro de 2011. El sol, el mar y las exenciones fiscales han atraído a turistas y expatriados adinerados, la deuda ha caído, el populismo se ha evitado en gran medida y el desempleo está por debajo del de la vecina España. Los entusiastas lo llaman "capitalismo sardina".

La sardina últimamente está nadando en aguas revueltas. La economía se está desacelerando, los tipos de interés más altos están afectando y una reacción contra el coste de la vida ha hecho que esas exenciones fiscales y otros incentivos comiencen a recortarse. Y ahora el aura de la estabilidad política se está resquebrajando después de que las investigaciones por corrupción en varios proyectos de infraestructura derrocaran esta semana al primer ministro Antonio Costa, en el cargo desde 2015 y reelegido con una mayoría apenas el año pasado.

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