La economía de la eurozona volvió a crecer aunque persisten las presiones inflacionarias subyacentes. Ello respalda los primeros argumentos para que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a subir los tipos de interés.

El producto interno bruto (PIB) del segundo trimestre avanzó un +0,3 por ciento con respecto a los tres meses anteriores, después de contraerse y estancarse en los dos períodos anteriores, según datos de Eurostat publicados el lunes. Los precios al consumidor aumentaron en julio un 5,3 por ciento respecto al año anterior, como se esperaba.