Ucrania enseña a Europa cómo innovar en defensa y tecnología de drones
Ucrania se convierte en el principal laboratorio de innovación militar del continente, mientras Europa debate su muro de drones y busca integrar a Kiev en su ecosistema de defensa

Un dron Blaze de Origin Robotics en pruebas, desarrollado y perfeccionado en el frente ucraniano.
En la fábrica de drones General Chereshnya, Maxym, un exingeniero aeronáutico tatuado con túneles en las orejas del tamaño de monedas de veinticinco centavos, abre una puerta al zumbido de 74 impresoras 3D en plena actividad. Están produciendo piezas de plástico para fabricar drones interceptores, la última innovación ucraniana que está transformando la guerra.
Los cuadricópteros de un metro cuadrado construidos en General Cherry pueden parecer salidos de una tienda de electrónica. Cuestan tan solo 48.000 grivnas ucranianas (unos 1.060 euros), vuelan a velocidades de hasta 200 kilómetros por hora y han acumulado más de 5.000 derribos confirmados de drones rusos desde su llegada al frente en febrero. «Es como comprar un iPhone, solo que es más barato y nos ayuda a ganar la guerra», explica Andriy Lavrenovych, miembro de la junta directiva de Cherry.