Papá rico, papá pobre, papá multimillonario: la élite que desafía la crisis de natalidad
Mientras la natalidad cae en los países desarrollados, los ultrarricos forman familias numerosas como estrategia de legado y poder

Elon Musk, padre de 14 hijos, representa el contraste con las tendencias globales de baja natalidad, reflejando cómo algunas élites mantienen familias numerosas como parte de su legado personal y estratégico.
Las tasas de natalidad están cayendo a mínimos históricos en el mundo desarrollado. Ello explica por qué se ha convertido en una prioridad para los gobiernos, preocupados por el impacto que tendrá esta realidad en el crecimiento y las finanzas públicas. Según sugieren las investigaciones, nuestras propias preferencias y prioridades juegan un papel clave: el progreso profesional, las normas sociales, la forma en que decidimos emplear nuestro tiempo y el deseo de ser mejores y más presentes en la crianza de nuestros hijos pesan mucho en el actual promedio de 1,38 nacimientos por mujer en Europa y 1,59 en EEUU (no hace tanto rondaba los 2,1). Normalmente, a medida que los países se enriquecen, las tasas de fertilidad tienden a descender.
Un artículo de Economía Digital analiza la paradoja de la caída de la natalidad en las sociedades desarrolladas, destacando que, a pesar de las políticas públicas y los incentivos económicos, las tasas de fertilidad continúan en mínimos históricos. El texto subraya que el principal motivo no es la incapacidad económica o social para tener hijos, sino un cambio profundo en las preferencias y prioridades personales, donde la maternidad y paternidad se posponen o reducen en favor del desarrollo profesional y la estabilidad.