El chantaje arancelario está funcionando demasiado bien en Europa
La UE debe abordar sus dependencias de EEUU —en defensa, tecnología y mercados de capitales— para responder de forma efectiva al acoso estadounidense

Donald Trump firma el decreto que aplica a la UE aranceles adicionales del 20%.
La ofensiva arancelaria de Donald Trump en abril pareció el colmo de la arrogancia. Enfureció a los aliados, dañó su popularidad en casa y provocó tal caos en los mercados financieros, que todo se paralizó en cuestión de días: otra muestra más de la tendencia de EEUU a actuar como un Ícaro que cada cierto tiempo intenta rehacer el mundo. Pero tres meses después, con el plazo para un acuerdo cercano, el síndrome europeo también empieza a aflorar: es esa tendencia a parecer más una colección de aldeas de Astérix que un bloque cohesionado.
Cada vez parece más probable que los 27 miembros de la Unión Europea (UE), cuya política comercial común está liderada por Bruselas, se enfrenten a un acuerdo "asimétrico". No se eliminarán todos los aranceles impuestos o amenazados por Trump, incluido un gravamen base del 10%.