La sostenibilidad entra en fase de ejecución: las claves del Foro Social Investor 2025
Cotizadas, pymes y la Administración impulsan una sostenibilidad basada en datos y ejecución, según el Foro Social Investor 2025 de la revista Inversión
Los ponentes Isabel Abellán, Marco Masip y Pablo Pérez-Montero, en pleno debate sobre sostenibilidad corporativa en el Foro Social Investor 2025.
Por qué importa: el Foro Social Investor 2025 confirma que la sostenibilidad atraviesa una fase de profesionalización acelerada: menos relato, más datos, más financiación y más presión sobre la pyme y la cadena de valor.
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La edición 2025 del Foro Social Investor de la revista Inversión, celebrada en la Fundación Telefónica, dejó una conclusión nítida: la sostenibilidad ya no es una cuestión de relato, sino de competitividad, financiación y ejecución.
Los ponentes de las tres mesas subrayaron que la transición avanza incluso en un contexto geopolítico complejo y con una COP30 marcada por un acuerdo de mínimos. El consenso entre empresas y banca es claro: empieza la década de hacer, no de prometer.
El foro revela un salto hacia una sostenibilidad más técnica, financiera y orientada a resultados

La apertura del foro, a cargo de Adriana Rodríguez, EU Climate and Public Finance Analyst en Climate Strategy & Partners, ofreció una lectura pragmática de la COP30. Aunque las crónicas internacionales transmitieron un tono pesimista, Rodríguez defendió que el proceso «ha pasado de discutir el qué al cómo» y ha impulsado avances relevantes en financiación climática.
Entre ellos, el compromiso para triplicar los fondos de adaptación y avanzar en los 1,3 billones de dólares prometidos a países emergentes. La experta destacó que la Unión Europea (UE) mantiene una hoja de ruta clara: un objetivo climático a 2040, un presupuesto europeo con un 35 % destinado a clima y biodiversidad, y un nuevo fondo europeo para la competitividad centrado en descarbonización.
España, añadió, refuerza la coordinación público-privada a través del Consejo de Finanzas Sostenibles, que prepara un repositorio de buenas prácticas para pymes y nuevos recursos formativos. Rodríguez insistió en que «la descarbonización no es solo objetivo climático, es eficiencia, costes y continuidad del negocio».
Aun así, advirtió de fallos persistentes: la mala asignación de subsidios, el riesgo de que las grandes empresas absorban fondos destinados a pymes y la urgencia de diseñar instrumentos que lleguen realmente a quienes los necesitan.

Profesionalización ESG
La segunda mesa —con Marco Masip (Telefónica), Isabel Abellán (Banco Sabadell) y Pablo Pérez-Montero (Caixabank)— confirmó un cambio estructural: la sostenibilidad deja de ser un capítulo reputacional para integrarse en el ADN financiero, operativo y comercial de las compañías.
Pérez-Montero resumió el giro: «El coste por sí solo ya impulsa la transición». Su enfoque se centra en acompañar a compañías que aún no han interiorizado las ventajas competitivas de integrar ESG en su modelo.
Masip insistió en que la regulación no puede servir como excusa: «Abordar la sostenibilidad es inevitable». Destacó que el gran salto de 2024–25 está en la exigencia de trazabilidad exhaustiva de la cadena de valor, un proceso complejo pero que ya mejora la gestión del riesgo y la relación con proveedores.
Abellán subrayó la madurez creciente de las áreas financieras, que integran riesgos climáticos en la mayoría de departamentos. A su juicio, la sostenibilidad es ya «una palanca transversal» que condiciona decisiones de inversión, financiación y riesgos.

Tecnología y datos
El análisis derivó hacia la tecnología como acelerador decisivo. Pérez-Montero ofreció datos de la aceleración en Estados Unidos: 40 gigavatios de nueva capacidad solar en un año, baterías duplicadas y un escalado energético vinculado a la inteligencia artificial, «el nuevo petróleo». Una realidad que —dijo— influirá en precios, competitividad y flujos de capital.
Masip resumió la fase actual con una frase clara: «Hay que pasar del glamour al fango». Es decir, convertir ESG en decisiones operativas, métricas financieras y planificación estratégica. La prioridad: información fiable, gobernanza sólida y rendición de cuentas.
Abellán explicó que la conversación con clientes ha cambiado radicalmente. Los bancos analizan riesgos físicos y de transición, comparan a cada empresa con su sector y evalúan impactos en carteras financiadas. «La profesionalización es evidente. Ya no hablamos de métricas, hablamos de decisiones», afirmó.

El público introdujo un debate sobre créditos de carbono, tokenización y certificados de biogás. Abellán defendió que estos instrumentos solo tienen sentido después de que la empresa haya reducido al máximo sus emisiones. Persisten dudas sobre doble contabilidad y estándares fragmentados, aunque la tokenización podría mejorar trazabilidad y control.
Masip fue tajante: los créditos son «residuales» en su estrategia. La prioridad: eficiencia, reducción de emisiones y optimización de procesos. Pérez-Montero añadió que deben priorizarse medidas de impacto real, en línea con los planteamientos recientes de Bill Gates.
Ciudades sostenibles
La última mesa, protagonizada por María Rosa Cervera (Universidad de Alcalá) y Miren Tellería (PwC España), abordó los retos urbanos: movilidad, vivienda, gobernanza y financiación.
Ambas expertas coincidieron en que el primer paso hacia una ciudad sostenible es una movilidad eficiente y accesible, una asignatura pendiente tanto en Madrid como en Barcelona. Mejorar las redes de transporte —subrayaron— es imprescindible para reducir emisiones, garantizar accesibilidad y sostener la competitividad.
Cervera defendió avanzar hacia una mayor densificación urbana, con ciudades más verticales y compactas que reduzcan desplazamientos obligados. Tellería insistió en la urgencia de adaptar el parque existente a las necesidades actuales: hogares más pequeños, eficiencia energética y nuevas configuraciones residenciales.
El acceso a la vivienda centró buena parte del debate. Para ambas, la prioridad es movilizar el parque detenido mediante incentivos al alquiler y rehabilitación. Además, señalaron que España «no podrá cumplir sus objetivos sin inversores extranjeros», que operan con criterios ESG integrados en su cultura corporativa.

Más madurez, menos ruido
El Foro Social Investor 2025 de la revista Inversión confirma un viraje claro: la sostenibilidad avanza lejos del foco mediático, con más rigor, más datos y menos artificio. Las compañías que integren ESG en su núcleo operativo —y las pymes que se anticipen al cambio regulatorio— ganarán terreno. Las que esperen a la próxima COP, probablemente lo perderán. —Con la colaboración de María Gómez Silva.
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