En junio, el presidente francés Emmanuel Macron celebró una cena exclusiva en el Palacio del Elíseo con un invitado especial: Jensen Huang, de Nvidia. Se brindaron copas de vino en honor al acuerdo que su compañía acababa de anunciar con Mistral, la startup francesa líder en inteligencia artificial, para desarrollar los centros de datos más grandes de Francia.

Huang, vestido con camiseta negra entre los trajes parisinos, hizo una pausa en las celebraciones para lanzar una advertencia sobre la IA: «El problema en Europa y en Francia es que son demasiado lentos», bromeó, según la emprendedora Eléonore Crespo, presente en la cena. «Es como el vino: esperas a que madure, a que sea perfecto».