La plata alcanzó su nivel más alto en más de cuatro décadas impulsada por una contracción histórica de posiciones cortas en Londres, que reforzó un potente repunte en lo que va de año. El metal subió hasta un 3 %, hasta cerca de 52 dólares por onza, mientras el oro escaló a un nuevo récord de 4.068 dólares, encadenando ocho semanas consecutivas de avances. El platino y el paladio también registraron subidas significativas.

Los metales preciosos viven uno de sus mejores ejercicios del siglo, con subidas de entre el 50 % y el 80 % en el conjunto del complejo. El oro se ha beneficiado de las compras de los bancos centrales, las entradas récord en fondos cotizados (ETF) y el giro acomodaticio de la Reserva Federal, mientras que la demanda de refugio ha crecido ante la incertidumbre comercial entre Estados Unidos y China y las dudas sobre la independencia del banco central estadounidense.