El gobierno del presidente Donald Trump se mostró abierto el domingo a un acuerdo con China para rebajar las nuevas tensiones comerciales, aunque advirtió de que los recientes controles a las exportaciones anunciados por Pekín representan un obstáculo serio para las negociaciones. El vicepresidente J. D. Vance instó a Pekín a «elegir el camino de la razón», afirmando que Estados Unidos mantiene ventaja si la disputa se prolonga.

Posteriormente, Trump publicó un comunicado en el que insinuó una posible salida para el presidente chino, Xi Jinping, mientras advertía de las consecuencias de una guerra comercial total. «¡No se preocupen por China, todo estará bien! El respetado presidente Xi acaba de pasar un mal momento. No quiere una depresión para su país, y yo tampoco. ¡Estados Unidos quiere ayudar a China, no perjudicarla!», escribió en Truth Social.