Por qué las bolsas viven en una realidad alternativa

Mientras los datos de empleo decepcionan y la inflación se mantiene elevada, algunas bolsas marcan máximos históricos: ¿burbuja o reacción racional del mercado?

A pesar de la caída de 910.000 empleos respecto a las previsiones, el S&P 500 alcanzó nuevos máximos históricos, reflejando la desconexión entre los datos económicos y la reacción del mercado.

La economía estadounidense comenzó el año con 910.000 empleos menos de lo previsto, según la última revisión de las nóminas no agrícolas. Esta cifra, la mayor desviación registrada en el último año, habría sido suficiente para preocupar a los economistas y a los mercados tradicionales. Sin embargo, el S&P 500 celebró la noticia alcanzando nuevos máximos históricos, con un repunte del 31 % desde la ola de ventas del “día de la liberación”. Este comportamiento resulta desconcertante: desde 2005, solo los repuntes posteriores a la crisis financiera de 2008 y a la pandemia de Covid‑19 mostraron incrementos similares en tan solo cinco meses.

¿Qué explica esta aparente desconexión entre la economía y la renta variable? La caída de los rendimientos de los bonos y la expansión de los múltiplos justificables para las acciones explican parte del fenómeno. Sin embargo, incluso tras el desplome inicial en respuesta a los últimos datos de empleo, los rendimientos a 10 años siguen siendo más altos que al inicio del repunte tras el “día de la liberación”. Es decir, los rendimientos más bajos solo benefician a las acciones cuando la economía mantiene una sólida salud subyacente.

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