La nueva revolución francesa: trabajar más para ganar menos
La propuesta de eliminar dos de los tres días festivos de mayo ha generado indignación en Francia, con la oposición de la mayoría de la ciudadanía, sindicatos y extrema derecha

Francois Bayrou aborda el “momento de la verdad”.
Esta semana solo ha habido un tema de conversación en los bares y restaurantes franceses: la propuesta del primer ministro François Bayrou de eliminar dos de los tres días festivos de mayo para contener el creciente déficit presupuestario. En el país de la semana laboral de 35 horas, esto equivale a traición. La mayoría de la población parece detestarlo, los sindicatos lo han calificado de declaración de guerra y la extrema derecha de provocación.
La indignación es un poco exagerada. Eliminar dos días festivos dejaría a los franceses con nueve, lo que parece una auténtica locura, hasta que se suman sus 25 días de vacaciones pagadas, lo que sitúa a Francia prácticamente al mismo nivel que España (y no hace falta mencionar los días extra que reciben muchos trabajadores del sector privado por trabajar más de 35 horas).