El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha amenazado a Japón con imponer aranceles de hasta el 35%, lo que ha reavivado los temores entre los inversores sobre un posible escenario extremo y ha generado dudas sobre la estrategia de Tokio en las negociaciones comerciales. Trump ha intensificado la presión durante tres días consecutivos, y sus declaraciones se enmarcan en una estrategia negociadora agresiva, aunque muchos analistas creen que finalmente se alcanzará algún tipo de acuerdo. Aun así, alertan de que el gobierno del primer ministro Shigeru Ishiba podría necesitar ajustar su enfoque, que hasta ahora ha sido firme pero amistoso, para evitar un estancamiento que complique la subida de tipos del Banco de Japón.