La hora efímera de los bancos

¿RECUERDAS? ● Tras el pinchazo inmobiliario, los expertos esperaban más protagonismo de los bancos. En mayo de 2007 nadie se imaginaba que ese papel sería efímero

Emilio Botín

Emilio Botín

Los analistas lo tenían muy claro en mayo de 2007.  Los bancos debían tomar el relevo de las constructoras, las inmobiliarias y las energéticas para convertirse en el nuevo motor de la bolsa española.

Según apuntaban, el papel de la banca en el IBEX 35 (que entonces estaba integrada por Banco Santander, BBVA, Banco Popular, Banco Sabadell, Bankinter y Banesto) sería fundamental.

En ese momento, los títulos bancarios se encontraban entre los más recomendados, a la espera de que confirmaran las buenas perspectivas que existían sobre ellos.

Pero el mercado se resistía a darle un voto de confianza. Por ejemplo, los seis bancos del IBEX 35 acababan de presentar resultados trimestrales en línea o superiores a lo estimado. No hubo ninguna sorpresa negativa. Todos ellos dieron a conocer números históricos. Pero a pesar de que incrementaron el beneficio a tasa de dos dígitos, los inversores desconfiaban.

El caso era más llamativo en Banco Santander y BBVA, que se encontraban en ese momento por debajo de los niveles en los que habían comenzado el año. Y sus resultados crecían trimestre a trimestre a tasas superiores al 20 por ciento.

El boom inmobiliario había acabado y todo apuntaba a que los bancos iban a convertirse en el refugio de su dinero.

Lo que nadie sospechaba en España, en ese momento, a pesar de que ya algunas señales negativas se estaban emitiendo, es que estaba gestándose una crisis financiera que meses después se desataría y provocaría un profundo daño a los bancos.

Su papel de nuevo motor del IBEX 35 fue efímero.

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