Una guía para descarbonizar a la industria financiera

The Glasgow Financial Alliance for Net Zero, que integra las alianzas mundiales net zero del mundo financiero, ha presentado su primera guía para descarbonizar a la banca, que se encuentra en consulta pública

Es hora de que las entidades financieras «cumplan sus compromisos» para eliminar las emisiones de carbono de sus carteras, de acuerdo con la coalición climática más grande del mundo.

The Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ, por sus siglas en inglés), de la que forman parte aseguradoras, bancos y administradores de activos que gestionan activos por 130 billones de dólares, acaba de publicar una serie de documentos, con los que espera proporcionar una guía para que las empresas financieras habiliten la transición de los combustibles fósiles a la energía limpia.

La pieza central de la guía es una propuesta sobre cómo deben ser los planes para que sean creíbles.

Así, los banco deben detallar las acciones que van a tomar, las métricas para valorar los progresos y evidencias de que sus objetivos están alineados con la meta de limitar el calentamiento global a los 1,5 grados centígrados.

Movilizar al sector financiero para respaldar los esfuerzos por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es fundamental para la misión de GFANZ, que fue creado el año pasado por el ex gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.

La industria bancaria ha sido ampliamente criticada por haber ayudado a las compañías de petróleo, gas y carbón a recaudar más de 4,5 billones de dólares en financiación desde que se anunció el Acuerdo de París.

Obligar a los bancos a explicar cómo apoyarán la transición energética, así como también cómo se enfrentarán a problemas como como los conocidos como ‘stranded assets’, ayudará a mostrar quién van cumpliendo sus problemas y quién no.

Las propuestas están diseñadas “para garantizar que las instituciones cumplen sus compromisos de manera creíble, transparente…», señaló la vicepresidenta de GFANZ, Mary Schapiro.

Las recomendaciones del plan de transición de GFANZ, que se han consignado en un documento, que se encuentra en consulta pública, están diseñados para forzar a las compañías a traducir sus compromisos cero netos en “una estrategia coherente con objetivos específicos y acciones encaminadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la economía real”.

Tener un plan de transición “admite la responsabilidad y da señalas a las distintas audiencias de que los pasos para alcanzar el cero neto son deliberados, transparentes y tienen una alta integridad», señala la GFANZ.

Asimismo, los planes creíbles proporcionarán financiación para las energías renovables, da apoyo a las empresas ya alineadas con el objetivo 1,5 grados, o ayuda a facilitar o financiar la “eliminación controlada de activos físicos con elevadas emisiones”, como las plantas de carbón.

Además, “dado el potencial de greenwashing de los negocios-actividades de financiación, el crédito a empresas y a activos debe someterse a un gran escrutinio para garantizar la alineación el cero neto», de acuerdo con la GFANZ.

Bajo el paraguas de Naciones Unidas, GFANZ comprende siete grupos que abarcan todos los rincones de la industria financiera.

Los signatarios deben comprometerse a utilizar directrices basadas en la ciencia para documentar su camino hacia las emisiones netas de carbono cero, y para proporcionar metas provisionales para 2030.

El problema de los ‘stranded assets’

En paralelo a la guía para las entidades financieros, GFANZ también publicó una guía sobre cómo gestionar los ‘stranded assets’, en una ruta que pasa por la eliminación de los combustibles fósiles.

Una “eliminación controlada” de activos emisores de carbono es una alternativa a la desinversión, que puede en realidad prolongar la vida útil de los activos de altas emisiones pasándolos a propietarios menos preocupados por el clima, según el grupo.

Esto no es solo un problema para las grandes petroleras y mineras, sino también para las industrias de aviación, servicios públicos y transporte marítimo.

Por separado, la campaña “Race to Zero” respaldada por las Naciones Unidas, que establece las pautas que sustentan las alianzas del GFANZ, ha actualizado en los últimos días sus compromisos, que requiere a bancos e inversionistas “restringir el desarrollo o la financiación a nuevos activos de combustibles fósiles».

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