Texas lidera un boicot contra las políticas climáticas de BlackRock, JPMorgan e Invesco

El estado republicano se está convirtiendo en la Galia de los defensores del negocio petrolífero y desinvertirá en aquellas empresas que "discriminen" al petróleo y al gas. Otros estados quieren seguir su ejemplo

El estado de Texas, gobernado por el republicano Greg Abbot, se ha convertido en uno de los bastiones de los negacionistas del cambio climático tomando el relevo de Donald Trump en la Casa Blanca, y ha puesto a la industria de la inversión colectiva.

De acuerdo con Bloomberg, Texas habría exigido a BlackRock, JPMorgan, Invesco y a otros 16 bancos y empresas de gestión de activos datos sobre si están discriminando a las empresas de combustibles fósiles; ya sea vía financiación, ya sea a través de inversiones.

Texas interpretará que cualquier compañía que no ofrezca información al respecto en un plazo de 60 días, estaría presuntamente boicoteando a las compañías de «combustibles fósiles».

El estado republicado crea una lista negra de empresas que están promoviendo la energía limpia

Estas investigaciones habrían surgido según Bloomberg seis meses después de que se aprobara una nueva ley de Texas, que prohíbe a las agencias estatales invertir en empresas financieras que estén boicoteando a las empresas energéticas, o que se integren en iniciativas que propongan la reducción de al exposición al petróleo y al gas a favor de otras fuentes de producción más respetuosas con el clima.

En este estado ya se habría creado una oficina encargada de crear una lista de las compañías en las que desinvertirán. “Sabemos que algunas de estas empresas tienen inversiones en petróleo
y gas hoy, pero ¿y el futuro? ¿Están vendiendo la esperanza de un mañana ‘verde’ con promesas de desinvertir o reducir su exposición a los combustibles fósiles?», señala en un comunicado recogido por la agencia de noticias financiera.

El movimiento de Texas es contrario a los intentos que está haciendo Joe Biden para impulsar la transición energética en Estados Unidos.

Está previsto que esta misma semana la SEC presente una propuesta para que las compañías cotizadas publiquen datos sobre impacto y riesgos climáticos, en un intento para que se comprometan a reducir su impacto medioambiental.

De hecho, muchos bancos y gestoras ya están avanzando en objetivos de descarbonización. Citi, por ejemplo, ya avanzó el año pasado que dejará de hacer negocio en ciertos proyectos relacionados con el gas y el petróleo y Bank of America se ha comprometido a ser cero emisiones.

La implicación de BlackRock es también conocida y su consejero delegado, Larry Fink, ha tratado de convertirse en un promotor de la lucha del contra el cambio climático entre sus participadas.

Tras su conocida carta a los CEO de este año, el vicegobernador de Texas habría solicitado incluir al gigante en la lista de empresas de las que desinvertir.

Desde Virginia Occidental también se enfrenta al gigante de la gestión de activos, ya que algunas autoridades le acusaría de atacar contra la economía estatal, que depende en gran medida del carbón.

Texas quiere ir más allá y contactará con otras 100 firmas que contarían con un fondo que boicotea los combustibles fósiles. Su movimiento está creando un precedente y otros estados estudian leyes similares para castigar a compañías que discriminan al petróleo y el gas a favor de otras fuentes energéticas más verdes.

Luisiana, Virginia Occidental, Oklahoma, Kansas y Carolina del Sur serían algunos de ellos.

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