Las rebajas de fondos ESG alcanzan ya los 118.000M€

AXA IM sitúa en 20.000 millones de euros los activos invertidos en fondos ESG que han perdido la máxima calificación de sostenibilidad

La normativa ESG de la UE provoca la confusión entre los fondos de inversión

Las rebajas de la calificación de los fondos ESG alcanzan ya los 118.000 millones de dólares (unos 125.000 millones de dólares), según cálculos de Bloomberg. 

Esta cifra se ha visto incrementada después de que la gestora de la aseguradora francesa AXA, AXA IM, informara de que los activos invertidos en fondos que han perdido la máxima calificación de sostenibilidad (el conocido como artículo 9) se elevan hasta los 20.000 millones de euros (unos 21.000 millones de dólares). 

AXA IM ya había explicado con anterioridad que planeaba recortar la calificación de nada menos que 45 productos desde artículo 9 (los verde oscuro) hasta artículo 8 (verde claro y supuestamente menos rigurosos en su clasificación de sostenibilidad, según la nomenclatura ideada por la Unión Europea). 

Numerosas gestoras recortan la clasificación ESG de sus fondos 

Si bien, lo cierto es que lo sucedido en AXA IM no es más que un ejemplo de algo que afecta a lo largo y ancho de la industria de la gestión de activos. 

En concreto, compañías de la talla de Blackrock (la gestora más grande del mundo), la francesa Amundi (la más grande en Europa) o el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs han tenido que rebajar la calificación ESG de sus fondos. 

Lo han hecho después de que Bruselas aclarase que la etiqueta “artículo 9” debe estar reservada para aquellas carteras que inviertan en empresas cien por cien sostenibles, con algunas pequeñas licencias para hacer coberturas y mantener la liquidez del producto. 

Esa es una característica que cumplen menos del 5 por ciento de los fondos que las gestoras etiquetaron en un principio como artículo 9, según la plataforma especializada en fondos Morningstar. 

Malestar y desconfianza entre los inversores minoristas 

 Y de aquellos fangos, estos lodos. La oleada de rebajas ha producido desconcierto entre los inversores, que han comenzado a dudar de la verdadera intención de las gestoras al etiquetar como artículo 9 fondos que no eran cien por cien sostenibles.  

Así, la palabra greenwashing ha empezado a escucharse a raíz de una regulación que tenía por objeto precisamente luchar contra esa lacra. 

En este contexto, la mayor asociación de minoristas europea, Better Finance, ha pedido reunirse con la Comisión Europea y con la ESMA para asegurarse de que sus asociados no están siendo víctimas del greenwashing. 

Bruselas asevera que vigilará el greenwashing de cerca 

En respuesta a la alarma creada, Verena Ross, presidenta de la ESMA, ha dejado clara su intención de investigar “el greenwashing más de cerca”. 

“La etiqueta ESG que las gestoras ponen a los fondos es uno de los puntos que más sirven a los inversores para identificar los fondos en los que quieren invertir, especialmente los minoristas, por lo que se trata de una gran herramienta de márketing”, dijo Ross en un discurso que ofreció este martes. 

“Estamos preocupados ante la posibilidad de que algunos fondos estén usando términos relacionados con la ESG o con la sostenibilidad en sus nombres sin necesariamente estar a la altura de las características de sostenibilidad que deberían estar asociadas a esas etiquetas”, añadió. 

Por su parte, la responsable de sostenibilidad y gobernanza de AXA, Clémence Humeau, ha aseverado recientemente que el objetivo de su compañía es “explicar a los clientes los objetivos de largo plazo y los retos del corto plazo” relacionados con la nueva normativa europea sobre ESG. 

Según dijo, AXA trata de ser “transparente y proactiva con sus clientes”. 

Si bien, reconoció que todo lo sucedido con la rebaja de la calificación ESG de los fondos puede llevar a reducir la confianza de los clientes sobre el valor de las etiquetas de sostenibilidad que son obligatorias a raíz de la normativa europea SFDR.  

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