Escasez de agua: el coste de la inacción

La escasez de agua continúa planteando problemas sociales y financieros en todo el mundo, por lo que las soluciones de agua sostenible son cada vez más necesarias.

En 2021 el mundo ha estado plagado de fenómenos meteorológicos catastróficos, desde huracanes e inundaciones hasta sequías sin precedentes. Esta climatología severa interrumpió el acceso al suministro de agua no contaminada, lo que afectó al sustento básico de muchas comunidades en todo el mundo.

Por ejemplo, Texas sufrió fallos de infraestructuras después de un clima invernal severo e inusual, mientras que Taiwán se vio azotado por la peor sequía en 56 años, lo que planteó problemas para la producción de semiconductores. Algunas regiones de China y Alemania sufrieron fuertes inundaciones.

Estos graves fenómenos meteorológicos han puesto de manifiesto la necesidad de acciones urgentes para hacer frente a infraestructuras inadecuadas, adaptar los sistemas de desagüe y mejorar el uso eficiente del agua.

El 20 por ciento del PIB mundial ya se produce en regiones que sufren escasez de agua

Siempre que la demanda de agua supera a la oferta o que las infraestructuras están obsoletas o son insuficientes, una región puede afrontar un riesgo de escasez de agua. Dado que la demanda de agua sigue superando a la oferta, es probable que cada vez más regiones de todo el mundo experimenten problemas relacionados con el agua. Por ejemplo, el 20 por ciento del PIB mundial ya se produce en regiones que sufren escasez de agua.

El aumento de la población contribuye a un creciente desequilibrio en la demanda de suministro de agua. Y, a medida que crezca la clase media en los países emergentes, la demanda de agua aumentará para favorecer una dieta y un estilo de vida en general de alto consumo de agua. Según estimaciones recientes de la Asociación Internacional del Agua, para 2050 la demanda de agua podría aumentar en un 55 por ciento.

La creciente demanda no es el único factor que impulsa la escasez de agua, dado que los problemas con las infraestructuras y el suministro de agua también son relevantes. Por ejemplo, a medida que el cambio climático continúe provocando una climatología más extrema, como graves inundaciones o huracanes, las infraestructuras de agua existentes se pondrán a prueba y sufrirán daños con frecuencia.

La escasez de agua tiene implicaciones sociales y políticas de largo alcance. Los conflictos relacionados con el agua aumentan en todo el mundo en paralelo con la intensificación de la demanda de agua.

A pesar de que la escasez de agua se asocia generalmente a regiones de países en desarrollo, ya hay problemas de agua muy preocupantes a las puertas del continente europeo. Según la Comisión Europea, el 11 por ciento de la población europea (unos 52 millones de personas) viven en regiones con escasez de agua, sobre todo en países del sur de Europa en los que los periodos de estrés hídrico se pueden prolongar durante meses.

Invertir en soluciones

La escasez del suministro de agua también tiene un impacto financiero y económico. La ONU ha predicho que las regiones que sufren escasez de agua podrían experimentar un descenso de la tasa de crecimiento del 6 por ciento del PIB para 2050. Entre 1998 y 2017 las sequías ya han afectado a las personas por un coste superior a los 124.000 millones de dólares.

Las empresas de todos los sectores afrontan cada vez más riesgos financieros a consecuencia de la falta de inversiones para paliar riesgos relacionados con el agua. Los informes sugieren que en 2020 los riesgos relacionados con el agua costaron a las empresas 301.000 millones de dólares, pero que si hubiesen adoptado acciones preventivas ese coste se habría reducido hasta los 55.000 millones. La escasez de agua continúa agravándose y el coste de la inacción va a aumentar.

Dado que la escasez de agua continúa planteando problemas sociales y financieros en todo el mundo, las soluciones de agua sostenible son cada vez más necesarias. Las soluciones de eficiencia del consumo de agua pueden ayudar a las empresas de regiones que afrontan estrés hídrico a conseguir más con menos, y evitar interrupciones del negocio, protegiendo al mismo tiempo a la población frente a potenciales problemas con el suministro.

Por eso, en Allianz Global Investors confiamos en la inversión en empresas que ofrecen soluciones de ahorro de agua líderes del mercado, que permiten a la sociedad gestionar y comenzar a abordar eficazmente los problemas de agua reales.

También invertimos en empresas que producen soluciones de riego y tecnologías de inteligencia artificial que permiten a los agricultores reducir de forma significativa la cantidad de agua y fertilizantes que utilizan para sus cultivos, protegiendo en última instancia los recursos de agua dulce y mundiales.

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