El despliegue de las energías renovables en Europa colapsa el mercado de carbono

El aumento vertiginoso de la producción de energía limpia en Europa reduce la necesidad de combustibles fósiles. La lenta recuperación industrial también está frenando las emisiones

El mercado de carbono de Europa se dirige a su peor comienzo de año desde 2016. La reciente caída de sus precios está vinculada a una serie de factores, incluida una generación de energías renovables superior al promedio y una prolongada desaceleración industrial.

Los futuros de carbono de referencia cayeron este lunes al nivel más bajo desde marzo de 2022 y han caído aproximadamente un 22 por ciento en lo que va de 2024. Los contratos están casi un 40 por ciento por debajo del récord marcado el último febrero.

Europa ha instalado un número creciente de paneles solares en los últimos años a medida que los consumidores recurren a esta fuente de electricidad barata y de rápida instalación para limitar la exposición a los altos precios de la energía.

Las instalaciones anuales en la Unión Europea saltaron a un récord de más de 51 gigavatios el año pasado, un 87 por ciento más que en 2021.

Las turbinas eólicas también han aumentado constantemente y los fuertes vientos han impulsado la producción. También ha ayudado la recuperación de la flota nuclear y de las reservas de energía hidroeléctrica de Francia.

«El nivel de generación de energía fósil ha sido menor de lo esperado, especialmente porque tuvimos un año de energías renovables bastante bueno», dijo Marcus Ferdinand, jefe de análisis de Veyt, con sede en Oslo. Eso llevó a las empresas de servicios públicos a vender permisos de carbono que no terminaron necesitando en 2023, añadió.

Si las compañías eléctricas queman menos gas y carbón, necesitarán menos permisos para contabilizar sus emisiones. Las emisiones generales del sector eléctrico cayeron más del 23 por ciento en 2023, según datos de la empresa de geoanálisis Kayrros.

Cae la demanda de gas natural

Además de un mayor despliegue de energía limpia, la economía europea ha luchado por recuperarse, lo que ha provocado una caída en la demanda de gas natural, con precios más bajos que socavan la economía de las centrales alimentadas con carbón, más contaminantes.

El consumo general de energía sigue siendo moderado, y los analistas de BloombergNEF dicen que no está claro hasta qué punto se recuperará debido a la creciente adopción de tecnologías más eficientes desde el punto de vista energético y de energía solar en los tejados.

Los cambios permanentes en la industria europea también pueden afectar la demanda a largo plazo de combustibles fósiles.

«Las dos grandes cosas del año pasado son el cambio masivo hacia una mayor generación renovable y también la falta de un rebote real en las emisiones industriales», dijo Tim Atkinson, director de ventas y estructuración de CFP Energy.

Un precio más bajo del carbono por ahora podría ayudar a aliviar la presión sobre los políticos europeos por parte de los críticos que ven las políticas climáticas del bloque como demasiados onerosas. Y puede brindarles a las empresas la oportunidad de descarbonizar o comprar permisos a precios más baratos antes de los aumentos de precios esperados para finales de esta década.

La fuerte caída que ha comenzado en 2024 también es en parte técnica. El carbono se recuperó a finales del año pasado cuando los inversores cubrieron posiciones cortas en medio de la menor liquidez típica de finales de diciembre, dijo James Rosser de CFP Energy. Luego, en enero, cayó bruscamente para reanudar una caída constante desde el máximo de febrero del año pasado.

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