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Las automovilísticas invertirán más de $500.000M en el coche eléctrico

El coche eléctrico recibirá más de medio billón en inversiones. Una inyección de dinero que mejorará los modelos y que podría ayudarles a acelerar la captación de usuarios. Como con los smartphones

Los fabricantes de automóviles han anunciado nada más y nada menos que inversiones por 526.000 millones de dólares hasta 2026 en el coche eléctrico, más del doble de los compromisos anunciados hace dos años.

Dado que la industria no está duplicando sus inversiones, todo el apoyo a los vehículos eléctricos, recopilado por la consultora AlixPartners, vendrá a expensas del desarrollo de motores de combustión nuevos y del rediseño de los coches.

Tiene sentido, ¿verdad? El gran crecimiento está en los vehículos eléctricos. Pero… un momento. General Motors ha señalado que aspira a ser totalmente eléctrico para 2035, y otras compañías lo retrasan al menos hasta 2040.

Eso significa que los consumidores podrán comprar vehículos nuevos de gasolina por otros 15 o 20 años -en Europa en principio solo hasta 2035-.

Si los modelos que funcionan con combustible estarán disponibles durante tanto tiempo, pero la mayor parte de la inversión se destina a vehículos eléctricos, los concesionarios van a tener que vender algunos modelos muy antiguos en los próximos años.

¿Cómo serán esos coches? Los cambios en los sistemas de propulsión se realizarán por motivos de eficiencia y para cumplir con normas de emisiones más estrictas, no para fabricar automóviles más rápidos o más manejables.

El estilo también podría pasar a un segundo plano. Como observan los fabricantes de automóviles, si las ventas de sus modelos de combustión disminuyen, es más probable que ajusten precios, que pasar por el galimatías de rediseños complejos.

El efecto sobre los consumidores

Bank of America calcula que en 2026 en el mercado estadounidense habrá alrededor de 135 vehículos eléctricos diferentes a la venta y que existirá un número similar de vehículos de combustión.

Si los fabricantes de automóviles gastan menos en sus modelos tradicionales, esos automóviles podrían convertirse en la opción de los ‘cazadores de gangas’ que no tengan presupuesto para pagar un eléctrico o la infraestructura de cara.

Esto también podría traducirse en un golpe para los fabricantes de automóviles y sus proveedores, quienes comenzarán a tener problemas a medida que se cambia el mix de ventas.

Tesla ya sabe perfectamente que puede ganar dinero cuando vende una cantidad elevada de vehículos y eso ayuda a la contención de los precios.

Una combinación de factores que podría impulsar el interés del consumidor por el coche eléctrico.

Los consumidores verán los nuevos vehículos eléctricos con un estilo fresco, con conducción muy más suave y que podría merecer la pena su coste.

Pensemos en los smartphones. Hace una década, sólo un un tercio de los estadounidenses los usaba. A medida que más personas los probaron, ya no los dejaron.

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