El truco de Amazon para camuflar que contamina más

Amazon incrementó su huella de carbono un 18% en 2021, pero omite en su cálculo el impacto de la gran mayoría de marcas que vende en su plataforma de comercio electrónico

Amazon incrementó un 18% su huella de carbono

Amazon anunció esta semana que su huella de carbono creció un 18 por ciento en 2021, achachando su incremento contaminador a un efecto colateral inherente al incremento de sus ventas durante la pandemia.

El gigante tecnológico, sin embargo, argumentaba en su informe de sostenibilidad que su intensidad de carbono, parámetro que mide las emisiones por dólar de ventas, se redujo un 1,9 por ciento en 2021, aferrándose a este dato como prueba de su compromiso con ser neutral en carbono para 2040.

El problema es que, de acuerdo al informe publicado este mismo año por el Centro de Periodismo de Investigación norteamericano, Amazon obtiene estas cifras sumando tan solo las emisiones de carbono de los productos que fabrica bajo su marca, y no de los que compra a otros fabricantes y vende directamente a sus millones de clientes.

A la hora de elaborar su propio informe de sostenibilidad, por tanto, Amazon tan solo tiene en cuenta el 1 por ciento de los productos que vende en su plataforma. Dato que cubre de un lógico halo de escepticismo al incremento en la huella de carbono ya reconocido por la empresa.

Amazon defiende la gestión del impacto de sus operaciones

Desde que Amazon comenzó a publicar en 2019 su propio informe de sostenibilidad como parte de la campaña ESG llamada Climate Pledge, sus emisiones de carbono pasaron de los 51,17 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono de ese año, a los 71,54 millones del año pasado.

Un aumento en su impacto contaminador del 39,8 por ciento en dos años que, al compararlo con el incremento del 67,4 por ciento de las ventas entre ambos años, puede resultar lógico.

La compañía fundada por Jeff Bezos y ahora dirigida por Andy Jassy, así se encarga de recordarlo, apuntando que durante este tiempo compró al fabricante de vehículos eléctricos, Rivian, 100.000 furgonetas de reparto que espera tener en circulación en Estados Unidos en 2030, o que puso en marcha un fondo de capital riesgo de 2.000 millones de dólares para invertir en nuevas tecnologías climáticas.

Amazon, de hecho, muestra tanto empeño en enumerar la serie de herramientas y acciones que puso en marcha para cumplir con los criterios ESG marcados en su campaña de Climate Pledge, que para encontrar la cifra del incremento su huella de carbono durante estos dos años, es necesario desplazarse hasta la página número 97 del documento de 101 páginas que la compañía con sede en Seattle publicó en su web esta misma semana.

La negativa de Amazon a revelar informes externos

De acuerdo al informe publicado por el Centro de Periodismo de Investigación estadounidense, Amazon no solo elabora su propio informe de sostenibilidad, sino que también se somete al escrutinio de CDP, la ONG encarda de monitorizar el desempeño ESG de las compañías internacionales.

Al contrario que otras empresas de su sector como Target, que sí hacen públicas sus autoevaluaciones ante las preguntas de sostenibilidad de CDP, el informe de Amazon no está disponible en la página web de CDP.

Al consultar los datos de Target, se puede comprobar que el total de sus emisiones en 2020 de más de 283 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en 2020, y de 276 millones en 2021.

Unas cantidades que, a pesar de la escalada en la huella de carbono reconocida por Amazon durante estos dos últimos años, parece desequilibrada si se tiene en cuenta que las ventas de Amazon en 2021 fueron de cerca de 469.820 millones de dólares, mientras que las de Target se quedaron en torno a los 104.600 millones.

«Mientras trabajamos para descarbonizar nuestra empresa, Amazon está creciendo rápidamente. Hemos escalado nuestro negocio a un ritmo sin precedentes para ayudar a satisfacer las necesidades de nuestros clientes a través de la pandemia», justificaba Amazon en su informe de sostenibilidad.

Y mientras pelea por lograr este objetivo, el gigante tecnológico también se apoya en la ingeniería contable para sortear cierto escrutinio acerca de su compromiso con los criterios ESG.

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