Las pautas de Norges al IBEX en recursos humanos

A falta de una normativa obligatoria cerrada, el desarrollo de la S de la ESG lo lideran los grandes inversores, que cada vez dan a conocer exigencias más completas para las cotizadas

El auge del impulso medioambiental suele ser la temática que acapara más noticias cuando se analiza cómo los inversores institucionales están tratando de movilizar a sus participadas a que colaboren a limitar el calentamiento global en los términos pactados en el Acuerdo de París.

Pero una vez que estas ‘recomendaciones’ están construidas, los grandes inversores están progresando en el desarrollo de la ‘S’ de la ESG, que lleva muchos años siendo un motivo de preocupación -la inversión responsable en su origen surge ligada a la Guerra de Vietnam, como una iniciativa para blindar derechos humanos-, que siguen desarrollando.

Por ejemplo, Norges, uno de los inversores institucionales más relevantes del IBEX 35, con participaciones en cotizadas españolas por más de 12.000 millones, que ya contaba con guías concretas en materia de derechos humanos o derechos de los niños, ha hecho pública una nueva en la que desarrolla explícitamente qué espera de las empresas en las que participa en materia de «capital humano».

Norges es accionista significativo de valores del IBEX como Cellnex, Indra, Iberdrola o Repsol

Es una guía relevante para las bolsas mundiales por el posicionamiento global como inversor del fondo y, en consecuencia, para la española. Las recomendaciones son una base para las políticas de implicación del gigante y para entender como votará en las juntas de accionistas o vetará posibles inversiones.

Al cierre de 2021, Norges estaba presente en el capital de 71 cotizadas españolas. En valores del IBEX, como Cellnex, Indra, Iberdrola o Repsol ostentaba más de un 3 por ciento del capital; suficiente -aunque no es una estrategia que utilice- para incluir puntos del orden del día en la junta.

Para el gigante, los recursos humanos y las políticas de capital humano influyen directamente en la sostenibilidad las empresas a largo plazo y en la salud de las economías mundiales. Todo ello, en consecuencia, debería reflejarse en los rendimientos de los activos.

«Creemos que las empresas que invierten en sus trabajadores y aprovechan eficazmente el valor de su capital humano tienen más probabilidades de tener éxito a largo plazo», explica Norges. «Las inversiones en las habilidades y el bienestar de los trabajadores también pueden afectar la economía en general», añade.

Los 4 pilares de Norges para los recursos humanos

La gestora que controla al mayor plan de pensiones occidental avanza cuatro líneas maestras en materia de capital humano para las cotizadas:

El primero es incorporar el capital humano dentro de las políticas y de la estrategia empresarial. Norges espera que las empresas sean proactivas y cuenten con planes estructurados para promover la diversidad, la equidad y la inclusión en su fuerza laboral y si es necesario en su cadena de proveedores.

También quiere que sean materias de las que se responsabilicen los consejos de administración, tanto en el diseño, como la ejecución.

En este sentido, aspira a que que las empresas en las que participa tengan «tolerancia cero» con posibles situaciones de discriminación, violencia o acoso. En este sentido, les pide que implementen políticas de capacitación y sistemas de denuncias, así como evitar que puedan producirse posibles represalias.

En materia salarial, espera que los sueldos sean justos y que permitan a los trabajadores contar con un nivel de vida digno. También insiste en que las compañías ofrezcan oportunidades de formación, recapacitación y carrera profesional, como herramienta para motivar y retener talento.

El segundo pilar de Norges pasa por integrar los recursos humanos en la gestión del riesgo de cada compañía. El gigante nórdico espera que la gestión en materia de recursos humano sea medido como un riesgo.

De esta forma se puede realizar un seguimiento que permita tomar decisiones y calendarizar objetivos. Norges espera que temáticas como la diversidad, la equidad salarial o la salud se incluyan en esta hoja de mando. También los posibles impactos que pueda tener la adoptación de nuevas tecnologías en el capital humano.

El tercer pilar es que la empresa debe hacer pública está situación en base a una serie de estándares. El inversor espera que las empresas en las que participa publiquen de forma regular «estrategias, políticas, procesos y riesgos de gestión del capital humano de manera adecuada a su modelo de negocio y contexto operativo». Es decir, con importancia material.

En este sentido, insta a que la información se difunda siguiendo modelos internacionales –SASB/ISSB y GRI-, además de la información obligatoria en cada país -en España el Informe de Información No Financiera-.

«Los informes deben cubrir tanto a los empleados directos, como a otras categorías de trabajadores, como los de la cadena de proveedores y los trabajadores de temporada, a tiempo parcial y temporales», repasa Norges.

Sus exigencias no están muy lejos de las que ya se difunden en España. Aspira a que su publiquen indicadores como la fuerza laboral, su evolución, la rotación, indicadores diversidad, el coste total de la plantilla y otros datos relevantes en cada industria.

Pero pide a las cotizadas transparencia y que la difusión de los datos sea comparable.

Como cuarto punto, Norges plantea el diálogo responsable y transparente. Dos características que el gigante quiere que sean extensivas tanto a los trabajadores, como a sus representantes -los sindicatos-, como a las autoridades públicas con las que se entrevisten. Conversaciones sobre las que Norges quiere tener visibilidad.

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