La Net Zero Banking Alliance cumple un año

BBVA, el Santander, Caixabank e Ibercaja formaron parte del grupo de bancos fundadores de la alianza. Por el momento, solo el primero ha publicado objetivos de descarbonización concretos más allá de la industria del carbón

La Net Zero Banking Alliance (NZBA) acaba de cumplir su primer año de vida. La banca española ha tenido un papel protagonista desde su nacimiento y fueron varias entidades españolas las que desde el principio se sumaron a este grupo. BBVA, el Banco Santander, Caixabank e Ibercaja figuraron en ese grupo.

Hoy toda la banca del IBEX –Bankinter y el Banco Sabadell– y ABANCA están integradas en el grupo, lo que supone que se han comprometido a ser cero emisiones en 2050 y a adoptar criterios científicos para descarbonizar su cartera.

Uno de los primeros pasos para firmar ese compromiso era publicar objetivos de reducción de carbonos concretos para las industrias más emisoras. Los bancos contaban con 18 meses para dar a conocer los primeros objetivos, pero, por el momento, solo el BBVA ha avanzado metas más allá del carbón.

Desde el banco explican cómo son los siguientes pasos de la organización. «En noviembre de 2022, una vez que todos sus miembros fundadores hayan establecido su objetivos intermedios a 2030, la NZBA publicará su primer informe de progreso colectivo colectivo», explica.

BBVA anunció el pasado noviembre las cuatro industrias intensivas en emisiones de CO2 que se iban a ver afectadas. Así, reducirá, entre 2020 y 2030, la intensidad de carbono de su cartera crediticia en un 52 por ciento en generación eléctrica; un 46 por ciento en la fabricación de automóviles; un 23 por ciento en la producción del acero; y un 17 por ciento en la producción de cemento.

«Estos sectores, junto al carbón, representan el 60 por ciento de las emisiones de CO2 mundiales», cuantifica la entidad española.

La NZBA no tiene previsto dictar la forma en que los miembros deciden establecer sus planes de descarbonización, sino que los apoyará mediante la identificación de las mejores prácticas y el desarrollo de directrices sectoriales.

La alianza bancaria de cero emisiones netas no aboga por la “desinversión inmediata de las posiciones existentes, ya que la desinversión limita la oportunidad de influir positivamente en los comportamientos de las empresas y acelerar la transición a las tecnologías verdes”.

Además, la NZBA recalca que «la crisis geopolítica en Ucrania y el aumento de la precariedad del suministro mundial de energía de combustibles fósiles como resultado de los acontecimientos en ese país respaldan aún más la necesidad crítica de una transición neta cero ambiciosa y expedita», explican desde el BBVA.

La banca también está implicando a los negocios de gestión de activos en sus planes de descarbonización y la alianza financiera toca a otros muchos gestores.

«BBVA también es miembro de esta GFANZ, perteneciente a un movimiento que reúne a todas las partes del sistema financiero, incluidas las agencias de calificación, los proveedores de datos y los desarrolladores de metodologías para ayudar a construir una infraestructura financiera, que incluya información transparente y estandarizada sobre el clima», explica la entidad financiera española.

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