El IBEX 35 concreta sus propuestas medioambientales pero aparca las sociales

Un informe apunta que la gran mayoría de empresas del IBEX 35 establecieron objetivos medioambientales medibles y cuantificables, pero tan solo la mitad lo hicieron en materia social

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Las múltiples empresas que cohabitan en el IBEX 35 difieren considerablemente en lo que respecta a sus compromisos de sostenibilidad, pero coinciden, a grandes rasgos, en un aspecto fundamental.

A la hora de enfrentarse a las siglas ESG, tienen más recorrido hecho en materia de la E (medioambiental), que de la S (social).

Esta es una de las conclusiones que se extraen del informe preparado por la consultora de impacto social empresarial, Transcendent, sobre la evolución de los objetivos medioambientales y sociales en las empresas cotizadas.

Un informe en el cual se destaca que, en contraste con el 91 por ciento de compañías del IBEX 35 que fijó y comunicó objetivos medioambientales medibles y cuantificables durante el año pasado, tan solo un 54 por ciento lo hizo en cuestiones sociales.

Unas cuestiones sociales, como pueden ser la diversidad e inclusión de sus empleados, o la medición del impacto negativo creado por su negocio en las comunidades en las que se establecen, que denota que, «a día de hoy, el factor medioambiental sigue estando mucho más integrado en las compañías frente a los aspectos sociales», según explicó la directoria del estudio, Ana Ruiz.

El IBEX 35 avanza a pesar de las diferencias

A pesar de esta diferencia de ambición entre uno y otro aspecto de la ESG, el informe de análisis elaborado por la consultora sí destacó que, al menos, el avance entre 2020 y 2021 sí que fue considerable, al pasar del 29 por ciento del primer año al 54 por ciento antes mencionado.

Una mejora que también se notó en unos factores medioambientales extendidos entre 9 de cada 10 empresas del IBEX 35, un ratio que supone una progresión de hasta el 52 por ciento respecto al año anterior.

Una aceleración en «el ritmo de incorporación de los objetivos sociales y medioambientales en las empresas» que, sin embargo, no evitó que el socio director de Transcendent, Ángel Pérez Agenjo, apuntara que el siguiente reto para las empresas pasa por «ir más allá de la gestión activa de los aspectos ESG, y empezar a medir y gestionar el impacto que generan desde su negocio».

Gestión que implicaría, por ejemplo, fijar objetivos de mejora de la satisfacción de los consumidores, o lograr compromisos para que los proveedores locales con los que trabaja cada gran compañía, se adhieran a estándares ESG.

Este último objetivo, cabe destacar, ya está establecido en 6 de cada 10 empresas del IBEX 35, de acuerdo al informe de la consultora, que también apostó porque la tendencia progresiva en materia de fijación de objetivos ESG «se consolide a corto y medio plazo», con la entrada en vigor de una Taxonomía Social Europea «que aportará estandarización, rigurosidad y métricas comunes».

La brecha ESG de las grandes cotizadas con el resto del mercado

Otro aspecto destacable del informe compartido por la consultora Transcendent era el hecho de que, tanto en cuestiones medioambientales como en cuestiones sociales, la fijación de objetivos por parte de las empresas del IBEX 35 era mayor que las de las otras 50 empresas analizadas, y cotizadas en el mercado continuo.

Así, mientras que las componentes del IBEX 35 alcanzaban ese mencionado 91 por ciento de empresas con objetivos medioambientales fijados, el porcentaje caía hasta el 58 por ciento en el caso del resto de cotizadas en la Bolsa de Madrid.

Y en materia de objetivos sociales, el 54 por ciento del IBEX pasaba a convertirse en tan solo un 28 por ciento en el caso del resto de compañías con acciones.

Unos números que, a ojos de la consultora, dan fe de la brecha que continúa existiendo entre las empresas del IBEX 35, y el resto de las cotizadas.

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