Enagás: Llardén evita tropezar en la misma piedra que Oliu

El presidente de Enagás cede funciones ejecutivas, como un año antes hizo el del Sabadell, pero sin levantar ampollas entre los proxy por su retribución, que se reduce un 40%

Las políticas de retribuciones se colocan habitualmente entre los puntos que crean más conflicto entre accionistas y consejos durante las juntas de accionistas, pero con distinta intensidad.

En el caso de Enagás, que celebra su junta el próximo 31 de marzo, la temperatura no debería ser muy alta, si los accionistas siguen las recomendaciones de los asesores de voto, que aconsejan votar a favor de tanto de la política de retribuciones, como del informe de remuneraciones.

«El nivel de transparencia de la política (de retribuciones) es superior a la media del mercado, y ayuda al inversor a evaluar la relación entre remuneración y rendimiento», apuntan desde Corporance.

El sueldo fijo de Antonio Llardén se reduce un 40%

Además, el cambio en las funciones de Antonio Llardén, que cede ejecutivas aunque se presenta a la reelección como presidente, repercute en su salario fijo, que será de 600.000 euros; un 40 por ciento menos que en 2021.

Si bien sigue siendo una retribución «elevada» de acuerdo con Corporance, sí que estaría más alineada con lo que debe cobrar un presidente sin funciones ejecutivas y el salario del nuevo consejero delegado, Arturo Gonzalo Aizpiri, que incluye un fijo de un millón de euros, «es similar al del ex presidente ejecutivo», señala Institutional Shareholder Services (ISS).

En la temporada pasada, cuando el Banco Sabadell presentó a la junta el plan de retribuciones que incluía tanto la remuneración de César González-Bueno como consejero delegado, como la de Josep Oliu como presidente no ejecutivo, la remuneración del segundo fue criticada porque mantenía prácticamente sin cambios su remuneración fija cuando sus responsabilidades eran más alta.

Al contrario de las recomendaciones de cara a la junta de Enagás, en 2021, todos los proxy recomendaron oponerse a la política de retribuciones del Banco Sabadell.

ISS, por ejemplo, hacía referencia concretamente al sueldo de Oliu para justificar su recomendación de voto en contra. Para este proxy, el mayor del mundo, tanto el salario fijo, como la indemnización por ‘despido’ establecida (dos años de sueldo) no eran «adecuadas teniendo en cuenta su perfil no ejecutivo».

En contraste, Llardén ha renunciado a «cualquier tipo de compensación» por la finalización de sus funciones ejecutivas, destaca Glass Lewis en su informe de cara a la futura junta de accionistas.

El 32,6% del capital rechazó en 2021 la política de retribuciones del Sabadell

La política de retribuciones del Sabadell fue rechazada por un 32,6 por ciento del capital presente o representado en el encuentro de accionistas del año pasado; algo que arrastrará a la junta de este año.

Glass Lewis, de hecho, recomienda votar en contra del informe de retribuciones del banco en 2021, entre otras razones por no haber reaccionado al rechazo a la elevada tasa de rechazo a la política de remuneraciones por parte de los accionistas.

«Si bien la compañía ha señalado que incorporó mejoras en la estructura del informe de remuneraciones y elementos exigidos por la normativa reciente, a nuestro modo de entender, en nuestra opinión no se divulgaron las acciones tomadas para identificar o abordar las inquietudes de los accionistas», señala Glass Lewis en su informe de proxy voting sobre el Banco Sabadell.

En total, el cambio de funciones entre presidente y consejero delegado, no supone un sobrecoste muy elevado para Enagás; ya que las retribuciones conjuntas no llegaría a representar un incremento del 7 por ciento.

Otro punto positivo es la incorporación de objetivos ESG a las retribuciones. «Según nuestras directrices, la incorporación de objetivos ESG en el cálculo de la remuneración variable es un paso indispensable hacia la sostenibilidad», señalan desde Corporance.

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