Los gigantes del FTSE tropiezan al desvelar su huella de carbono

Empresas como BP, Glencore o Rolls-Royce omiten a los inversores el impacto climático de sus operaciones

Los compromisos medioambientales y la reducción de emisiones de carbono se han colado en las agendas de Gobiernos e instituciones internacionales, hasta el punto de que la Unión Europea y el Reino Unido parecen competir por ver quién llega antes en la carrera por descarbonizar sus economías.

Sin embargo, el sector privado no siempre es igual de proclive a detallar su grado de compromiso con ese enfoque a favor de una economía con menos emisiones contaminantes. O, simplemente, prefiere guardar silencio.

Eso es lo que ocurre con algunas de las grandes compañías que forman parte del FTSE 100, el principal índice bursátil del Reino Unido, que no desvelan cuál es su impacto medioambiental.

Gigantes como la petrolera BP, el grupo minero Glencore o la automovilística Rolls-Royce no desglosan sus emisiones de dióxido de carbono, según un artículo publicado por el diario ‘The Guardian’.

Hasta el momento, un total de 92 compañías integrantes en ese índice han comunicado sus datos de emisiones al CDP, una organización no gubernamental que persigue que tanto empresas como administraciones públicas desglosen e informen sobre su impacto contaminante.

Entre quienes no han contestado, de momento, a la solicitud de información del CDP también están la empresa tecnológica Aveva, la aplicación de envíos de comida a domicilio Just Eat o la firma de distribución de bajo coste B&M.

De voluntario… a obligatorio

La información al CDP es voluntaria pero las compañías cotizadas en el Reino Unido están muy cerca de ver cómo ese requisito de información sobre sus emisiones se hace obligatorio.

El responsable de Economía del Gobierno conservador, Rishi Sunak, anunció en noviembre que todas las cotizadas tendrán que hacer un informe sobre sus emisiones a partir de 2025; y, además, desde 2022 deberán a informar sobre el impacto climático de su actividad.

En España, este tipo de información climática debe incluirse en el informe de sostenibilidad, salvo que esté desglosada en el informe anual que las cotizadas remiten al mercado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

A partir de 2022, las cotizadas en Reino Unido tendrán que informar obligatoriamente sobre su impacto ambiental

En cuanto a las grandes cotizadas del Reino Unido esta obligatoriedad de información está en línea con la iniciativa denominada Taskforce for Climate-related Financial Disclosures (TCFD) impulsada por el Banco de Inglaterra.

En cuanto a los datos en sí recopilados por el CDP asegura que, en conjunto, recopila información de más de 500 grandes inversores institucionales, que suman un volumen de activos bajo gestión de cerca de 106.000 millones de dólares (más de 87.000 millones de euros al cambio actual).

Y muchas de esas grandes gestoras están abogando activamente por conseguir que las empresas en las que invierten logren el objetivo de cero emisiones en 2050.

Algunas de las compañías que no han remitido la información al CDP, según la información que recoge ‘The Guardian’, sí han comunicado su ambición y sus objetivos de rebaja de emisiones pero sin aportar los datos que permitan un escrutinio de los mismos.

En España, en cambio, algunas de las grandes compañías cotizadas, como los grandes grupos energéticos están inmersos en una carrera por acelerar la rebaja de emisiones más allá de los objetivos que marca Bruselas.

Desde la pasada semana, el objetivo es rebajarlas en un 55% en 2030, en comparación con los niveles de 1990, cuando el objetivo previo era del 40%.

En Reino Unido, además, ese compromiso medioambiental cobra especial relevancia dado que a finales de 2021 celebrará en Glasgow la COP26.

Un encuentro aplazado este año por la epidemia de coronavirus en el que el Gobierno de Boris Johnson buscará poner de relieve su compromiso con el medio ambiente tras el Brexit. Y, para lograrlo, las empresas tendrán que cumplir su parte.

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