Mercados pendientes de Grecia: El inversor debe actuar

Aunque el primer mes de año suele ser favorable para los mercados, este enero de 2015 se presenta lleno de incertidumbres por factores como el desplome del precio del petróleo y las elecciones anticipadas griegas.

Las elecciones anticipadas griegas, con permiso del desplome del precio del petróleo, se han convertido en el gran protagonista de este arranque de ejercicio. El primer mes del año, que tradicionalmente suele ser favorable para los mercados, que reciben el apoyo del conocido como «Efecto enero», en esta ocasión se presenta lleno de incertidumbres. Es cierto que los analistas ya habían advertido de que el riesgo político se presentaba como la principal amenaza para las bolsas, pero es que la posibilidad de que Alexis Tsipras, líder del partido de izquierdas Syriza, gane las elecciones griegas ha disparado todas las alarmas.

Alemania no ha dudado en dejar caer que Grecia saldrá del euro si Tsipras continúa adelante con su plan de cuestionar el pago de la deuda. Aunque desde Berlín e incluso desde nuestro país se quiere restar importancia a las consecuencias que tendría esta salida, los mercados no se lo creen. Es más, temen un efecto contagio, que en el caso español sería más acusado, ya que un escenario parecido se puede repetir dentro de unos meses en nuestro país, si Podemos (una formación política muy parecida a la griega Syriza) mantiene las buenas perspectivas electorales que ahora mismo le dan las encuestas.

Nos esperan, por tanto, días de mucho ruido en los mercados, al calor de todo lo que se mueva alrededor de estas elecciones. Días de fuertes tensiones en la bolsa, de volatilidad extrema y de considerables caídas, dependiendo del tono de los discursos de los líderes políticos griegos y del resto de países de la eurozona. Y aunque muchos prefieren optar por encomendarse al manto protector del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, no sabemos todavía si será suficiente para frenar esta nueva tormenta que se están formando. 

Como esta inestabilidad se prolongará más allá del domingo 25 de enero, fecha de las elecciones, el inversor no debe quedarse quieto. Esta vez no hay factor sorpresa, cuenta con la ventaja de saber lo que va a suceder, y por eso tiene que anticiparse, poner en marcha las estrategias más adecuadas no sólo para proteger su cartera, sino también para estar muy atento y aprovechar las oportunidades que seguro irán apareciendo.

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