Seis años del discurso más famoso de Draghi en el que se salvó al euro

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Al presidente del Banco Central Europeo (BCE),Mario Draghi, se le conoce con el sobrenombre de 'Supermario' en los círculos económicos. También se hace referencia al 'mago Mario' o al poder de sus palabras. Y es que un 26 de julio, pero de hace seis años, el banquero italiano pronunció un discurso que evitó la ruptura del euro y salvó a la Eurozona de la desintegración. Lo que vino después fue un programa de expansión monetaria que finalizará en diciembre de este año. 

El banquero italiano, que llevaba tan solo seis meses como presidente del BCE, afrontó la crítica situación que atravesaba la eurozona con unas palabras que actuaron como bálsamo. Con "haré todo lo que sea necesario para evitar la ruptura del euro y creánme será suficiente" desaparecía de golpe y plumazo las dudas acerca la moneda única y la viabilidad de la eurozona bajo una gestión de austeridad. Y tuvo efecto porque los mercados interpretaron que no era un farol, sino que el organismo preparaba una batería de medidas, que finalmente se pusieron en marcha en septiembre de ese mismo año, que serían eficaces contra los ataques especulativos que vivía la eurozona por ese momento. Recordemos que las primas de riesgo de los países periféricos estaban disparadas: la española llegó a los 650 puntos básicos un día antes, mientras que ahora se mueve por debajo de los 100. Estas palabras se traducían en un apoyo incondicional por parte del a la economía de la zona euro. Y, aunque no actuó de inmediato, supuso la puesta en marcha de un programa de estímulos económicos sin precedentes, que llevó a la aprobación del QE y a situar los tipos de interés en mínimos históricos, en el 0%.

Seis años después, el BCE se reúne con un panorama totalmente distinto. Joaquín Robles, analista de XTB, hace balance del discurso: "El balance es muy positivo ya que desde entonces la zona euro ha gozado de un crecimiento que le ha permitido recuperar la estabilidad. Aunque bien es cierto que durante el camino ha tenido que superar grandes focos de tensión que han amenazado la unidad de euro. En estos momentos estamos cerca de finalizar una política monetaria expansiva sin precedentes que ha servido de gran apoyo a la economía europea y ha permitido recuperar la confianza de los inversores".

David Lafferty, Estratega Principal en Natixis Investment Management, recordaba hace un año que el futuro de la eurozona pasaba por la supervivencia en ella de Italia y España. Lafferty señala que "el colapso económico de cualquiera de los dos países podría haber desencadenado una caótica desintegración de la zona euro·. La proclamación de Draghi respaldada por la fuerza y ​​los efectos del BCE fue suficiente para contrarrestar el miedo al contagio y extender el horizonte en el que podrían implementarse nuevos instrumentos de política como el ESM y el OMT. En términos sencillos, Draghi volvió a poner al genio en la botella y oxígeno a los periféricos.

Robles señala que esas palabras tuvieron tanta repercusión porque se pronunciaron en uno de los momentos más comprometidos de la crisis en Europa y sirvieron de punto de apoyo para los inversores al entender que el BCE establecerá todas las medidas necesarias para reactivar el crédito. 

Lo que puso de manifiesto el verano de 2012 es que las primas de riesgo y el comportamiento de los inversores se basan tanto en la confianza como en los fundamentales económicos. El liderazgo gana en una crisis. Pero en un segundo punto, que las palabras por sí solas no son suficientes. "La confianza tiene que ser respaldada por una acción política tangible. En este caso, el desvelar de los programas de ESM y OMT ese verano puso un marco de política creíble y abrumador alrededor de las palabras de Draghi", continúa el experto. Tres, el tiempo es un activo importante en una crisis. Los problemas económicos no pueden resolverse de la noche a la mañana. Sin embargo, una acción decisiva puede calmar los mercados y permitir que las herramientas de política tengan una ventana más larga para que surtan efecto. "Hoy en día, la zona euro está mostrando la promesa más económica desde antes de la crisis financiera mundial 2008. Si la Eurozona está realmente en un camino sostenible hacia la expansión, gran parte de ella es el resultado del liderazgo de Draghi hace cinco años", concluye Lafferty.

Para Robles, "el euro es un proyecto absolutamente irreversible que simplemente se está enfrentando a los desafíos iniciales que puede tener un conjunto de países que pasan a utilizar una misma moneda. Hoy hablamos del Brexit y del populismo en Italia pero quien sabe si mañana estaremos hablando de otros desafíos. Sin ir más lejos, hace unos años hablábamos de la crisis de deuda, de problemas en Grecia y del reto". 

¿Por qué tuvieron tanto efecto las palabras de Draghi?

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Fue curioso que simplemente el anticipar la operación implicó la calma a los mercados y esto se debe a que los mercados se basan en anticipos,

Philippe Waechter, Economista Jefe, Natixis Asset Management destaca tres puntos de las palabras de Draghi: "Dijo que la zona del euro era una construcción política. Fue el resultado de la voluntad de los países de vivir juntos. Ha funcionado. La zona ha estado en paz desde la Segunda Guerra Mundial. Este es el punto más importante para Europa. La moneda del euro es sólo un compromiso técnico. Una importante pero no más que eso. El segundo punto es el siguiente: si la moneda es sólo un medio técnico para mejorar la forma en que funciona el marco político de la zona del euro, entonces tiene que continuar. El colapso de la Eurozona (después de una salida de Italia o España u otro país) habría sido una fuente de inestabilidad política en Europa y probablemente el fin de la mayoría de las instituciones europeas. Por último, el tercer punto se produjo pocos días después en la reunión de política monetaria del BCE con la creación de la OMT que permite al BCE comprar activos (deuda pública) principalmente en Italia y España. Esto fue suficiente para reducir las tensiones en estos dos países. Más tarde en 2012 y después de 2013 los diferenciales de tasas de interés con Alemania disminuyeron dramáticamente. Este fue el final de la divergencia principal dentro de la zona euro. El BCE ha sido un cambiador de juego evitando el colapso de la construcción europea. Desde entonces, el líder de la política económica es el banco central bajo el impulso de Mario Draghi. Progresivamente, la política fiscal se ha convertido en una postura neutral. La política económica de la Eurozona se hace ahora más en Frankfurt que en Bruselas".

El economista concluye que "su trabajo ya casi ha terminado ya que la recuperación del crecimiento es ahora fuerte. Sólo tiene que mantener su política monetaria acomodaticia hasta retirar los estímulos".

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Y, ¿ahora qué?

De momento, el BCE anunció en su reunión del junio la salida del QE, pero sorprendió a los mercados al detallarla más de lo esperado. A partir de septiembre se volverán a reducir el volumen de compras pasando de 30.000 millones de euros al mes a la mitad hasta diciembre de 2018, cuando terminará. El primer incremento de la subida de tipos se produciría en verano de 2019. Para hacer esta afirmación señaló que la recuperación económica sigue su curso y las tasas de inflación permanecerán estables cerca del objetivo del 2% del BCE (las previsiones del organismo señalan que cerrarán ene l 1,7% en 2018 y 2019%).

Los analistas de ING explican que el BCE anunció que esperaba que las tasas de interés se mantuvieran sin cambios "por lo menos hasta el verano de 2019". Para algunos, esta afirmación sugiere que una primera subida de tasas podría realizarse ya en julio de 2019, sin embargo, en su opinión, "las vacaciones de verano oficiales en Europa siempre terminan en la última semana de agosto. Esto debería dejar a Draghi con dos oportunidades para subir las tasas antes de que termine su mandato: a mediados de septiembre y finales de octubre". "En nuestra opinión, usará al menos una de estas dos oportunidades", reiteran desde ING. En cualquier caso, hablar sobre los pasos del BCE más allá del final de QE es prematuro. El BCE tendrá sus manos llenas solo tratando de terminar QE este año. Si la recuperación se ve obstaculizada por el aumento de las tensiones comerciales o no hay un aumento en la inflación subyacente, los esfuerzos del banco para poner fin a la QE se verán comprometidos. Sin embargo, es obvio que la gran mayoría de los miembros del BCE parece decidida a poner fin a la expansión cuantitativa, aunque lo más silenciosamente posible, y le gustaría volver a las tasas de interés como la principal herramienta de política. Esto, sin embargo, no significa necesariamente que tengan prisa por subir las tarifas. "Desde nuestro punto de vista, algo completamente inesperado tendría que ocurrir para que el BCE no se apegue a las tasas sin cambios al menos durante el verano", concluyen.

De cara al futuro, Robles aclara que el organismo europeo tiene como principal objetivo elevar esta variable hasta el 2%. En los últimos dos meses el indicador de los precios ha repuntado hacia el objetivo, sin embargo será importante ver si se produce una estabilización durante los próximos meses que justifique el final de los estímulos. La mayoría de las encuestas fijan la primera subida de tipos de interés en septiembre de 2019, que es el mes anterior al fin del mandato de Mario Draghi. El actual presidente del BCE podría realizar la primera subida de los tipos de interés en la última década, marcado así el camino a su próximo sucesor.

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