«Los consejos de las cotizadas necesitan savia nueva e independencia real»

El perfil del consejero no ejecutivo que demandan las empresas que cotizan en bolsa ha cambiado, asegura Loreto González. Ahora prefieren profesionales con visión internacional y con una carrera ejecutiva exitosa, alejados del «circuito de los consejeros» que pasan de un consejo a otro «por sus relaciones con los presidentes».

El perfil del consejero no ejecutivo que demandan las empresas que cotizan en bolsa ha cambiado, asegura Loreto González. Ahora prefieren profesionales con visión internacional y con una carrera ejecutiva exitosa, alejados del «circuito de los consejeros» que pasan de un consejo a otro «por sus relaciones con los presidentes».

Loreto González, licenciada en Empresariales, se incorporó en 2014 a la consultora Korn Ferry dedicada a la búsqueda y gestión de talento. Antes trabajó en Royal Bank of Scotland y en Deutsche Bank, para después pasar al sector de 'executive search' especializándose en el ámbito financiero. En esta entrevista profundiza en los resultados del informe 'Los nuevos consejeros de 2017', elaborado por Korn Ferry, en el que se analiza el perfil de los 98 consejeros no ejecutivos nombrados el año pasado por las compañías que cotizan en bolsa.

¿Qué demanda una empresa cotizada de un consejero no ejecutivo?

Pretende que sus aportaciones conecten con el negocio de la compañía y con sus retos de futuro. También demanda una visión internacional, que el candidato tenga experiencia ejecutiva en otros países o regiones de España y en transformación, digitalización y cambio, porque la mayoría de estas compañías están en un momento de revisitar sus modelos de negocio. Asimismo, es deseable que tenga o haya tenido una carrera ejecutiva con un nivel de responsabilidad elevado en estrategia y en la parte financiera.

Según el informe 'Los nuevos consejeros de 2017', realizado por Korn Ferry, que acaban de presentar, las cotizadas buscan consejeros más jóvenes cuando hasta ahora era frecuente que se accediera a este cargo cuando el directivo había finalizado su carrera profesional. ¿Por qué?

Porque los consejos necesitan savia nueva e independencia real. En España se ha criticado mucho la falta de independencia de la figura del consejero. En muchos casos se le consideraba un 'sospechoso habitual', muy conectado con las altas esferas, que pasaba de un consejo a otro porque tenía relaciones de confianza con consejeros o con el presidente de la compañía. Ahora las cotizadas tienen una comisión de nombramientos y retribuciones que se encarga de buscar al consejero no ejecutivo y su objetivo es encontrar al mejor. En muchos casos se trata de un talento distinto al habitual y, probablemente, más joven, con un nivel ejecutivo suficiente para aportar como consejero. No son personas conocidas en el circuito de los consejeros que peinan canas en este país.

¿Los consejeros no ejecutivos cada vez son más profesionales y están mejor formados que antes?

Sí. Existe una gran necesidad del consejero profesional, con un cargo ejecutivo y que se plantea tener una responsabilidad no ejecutiva ajena a su día a día. Antes, el perfil del consejero solía ser el de un hombre que había acabado su carrera ejecutiva y empezaba una no ejecutiva. Ahora cada vez más consejeros profesionales compaginan ambas funciones.

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¿Qué motivos impulsan a estos profesionales a aceptar el cargo de consejero no ejecutivo: el prestigio, la experiencia, el dinero...?

Dicen que lo que más les motiva es poder aportar. El consejero ha tenido una carrera ejecutiva de éxito y llega un momento en que le apetece aportar a otras compañías en base a su profesionalidad, salir de su sector de referencia y enriquecerse a través de la experiencia no ejecutiva en consejos de otras compañías en un contexto donde las fronteras entre los sectores se están desdibujando. Es un toma y daca. Enriquecerse profesionalmente y aportar es la motivación principal para ser consejero y, por supuesto, la relevancia, la empleabilidad y la exposición profesional que da formar parte de un consejo de administración, porque el ego está ahí y eso siempre halaga. Respecto a la parte retributiva no suele estar entre los tres principales motivos para ocupar el cargo. Distinto es cuando el profesional ha dejado la carrera ejecutiva y no tiene una fuente habitual de ingresos. En este caso estar en dos o tres consejos aporta unos ingresos que a todos vienen bien. Para el consejero profesional la parte retributiva no es lo más importante porque no está especialmente bien retribuido.

¿Cuánto cobran de media?

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Hay una cierta homogeneidad, aunque las compañías más grandes del Ibex rompen la media. Un consejero ejecutivo raso que no preside una comisión tiene una retribución de referencia en torno a 50.000 o 60.000 euros al año. 

¿Al elegir un consejero qué se tiene más en cuenta su procedencia, sus contactos o su experiencia y profesionalidad?

Sigue existiendo la necesidad de tener los dos perfiles de consejero en un consejo porque las canas, la experiencia y la representatividad siguen siendo importantes. Los veteranos aportan mucho a los consejos. También es interesante la diversidad generacional que se está dando en los consejos, que combinan el consejero veterano con el novel que trae otra forma de hacer y otra visión.

¿Ha aumentado el número de mujeres en los consejos de las cotizadas? 

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Mucho, debido a la discriminación positiva hacia las mujeres en los consejos. En 2020 tiene que haber al menos un 30 por ciento de mujeres en ellos. Hay muchas compañías que partían del cero por ciento, por ello tienen que ponerse las pilas para llegar al 30. Cuando buscamos a un consejero hay casos en que el cliente pide una mujer sí o sí, porque en su consejo no hay ninguna. Otros, ante la igualdad, prefieren incorporar a una mujer. Pero ¿es suficiente para llegar a ese 30 por ciento? No está claro.

¿Cuándo una empresa cotizada busca consejeros no ejecutivos las exigencias son las mismas para hombres y mujeres? 

Sí. Nunca he visto a un cliente que cuando le doy una lista de candidatos haya contratado a una mujer siendo peor que el hombre solo porque sea mujer, pero en igualdad de condiciones prefieren quedarse con la mujer porque va a mejorar el ratio de diversidad de género en el consejo.

¿Nombrar consejeros a expolíticos es una práctica del pasado o sigue en auge? 

Afortunadamente cada vez se hace menos.

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¿Por qué? 

Porque en el sector financiero, que era el que más nutrido estaba de políticos en sus consejos, ha pasado lo que ha pasado y eso está muy presente. El sistema financiero español quebró y la mayoría de esas quiebras no fueron de bancos sino de cajas de ahorros cuyos consejos estaban llenos de políticos, con lo cual la figura del político-consejero ha quedado muy dañada. También hay políticos en compañías en que el Estado tiene una participación significativa y estos seguirán ahí. Pero ahora se buscan consejeros que entiendan realmente cuáles son los retos de esas compañías. El consejero de una entidad de crédito que no sepa leer un balance o cómo se financia esa entidad supone un riesgo para la compañía, por lo que el político que solo ha sido político en su vida tiene ahora muy complicado ser nombrado consejero, gracias a Dios.

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