JBS, un gigante de la carne podrido de corrupción

Con más de medio siglo de historia, la multinacional JBS es un empresa familiar que empezó siendo una pequeña carnicería[…]

Con más de medio siglo de historia, la multinacional JBS es un empresa familiar que empezó siendo una pequeña carnicería en un modesto municipio de Brasil y acabó por convertirse en otro emporio manchado por enormes casos de corrupción que han señalado incluso al presidente Michel Temer.

"Casa de Carnes Mineira", así se llamaba el local ubicado en Anápolis, en el estado de Goiás, que inició en 1953 la cadena fundada por José Batista Sobrinho (JBS), el primero de una dinastía cuyos últimos eslabones han revelado a la Justicia nuevas cloacas en el sistema político de Brasil.

Batista encontró cuatro años después, con la construcción de Brasilia, una oportunidad de oro que le permitió convertirse en uno de los proveedores de carne de la nueva capital federal.

En las décadas siguientes se expandió por el país a golpe de talonario con la compra de plantas que profesionalizaron su actividad y le permitieron alcanzar, a finales de los 90, los estándares de calidad del mercado común europeo.

En 2005 inició su internacionalización con el control de las operaciones de Swift Armour, en Argentina, para dos años después, abrir su capital en la Bolsa de Sao Paulo, momento a partir del cual cambió de nombre para JBS, en honor a su fundador.

A partir de ahí, fue aumentando sus líneas de negocio, que incluyen el procesamiento de carne bovina, porcina y avícola, así como de cuero para fábricas de calzado y automóviles.

Para 2013, JBS era dueña, en Brasil, de importantes marcas de carne procesadas como Seara, Doriana y Massa Leve, entre otras compras que se completaron con la adquisición de fábricas y firmas en EEUU, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda, convirtiéndose en una de los mayores exportadores mundiales en el sector.

En diciembre pasado JBS anunció su intención de salir a la bolsa de Nueva York para el primer semestre de este año, unos planes que se han visto forzosamente aplazados tras los escándalos de corrupción que ha protagonizada en los últimos meses.

Publicidad

Las riendas del gigante cárnico están ahora en manos de Wesley Batista, tercero de los hijos del patriarca, que sucedió a su hermano menor, Joesley, quien a su vez sustituyó al primogénito José Batista Júnior.

El accionista mayoritario de JBS con el 44,35 % de los títulos es FB Participações, propiedad de J&F Investimentos, que es el holding de la familia Batista.

El 21,32 % corresponde al BNDESPar, subsidiaria del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el banco de fomento del país, mientras que el 4,92 % pertenece a la Caixa Económica Federal, otra entidad financiera estatal.

Publicidad

Pero la historia de JBS empezó a torcerse en 2017, cuando la operación policial conocida como "Carne Débil" ("Carne Fraca" en portugués), destapó en marzo pasado una mafia de productores que sobornaban a fiscales sanitarios para vender carnes en mal estado o adulteradas con productos químicos.

Entre la veintena de empresas investigadas estaba JBS.

La compañía fue, además, objeto el viernes de otra operación que investiga fraudes e irregularidades en préstamos por valor de 8.100 millones de reales (unos 2.600 millones de dólares) concedidos por el BNDES. Tanto Wesley como Joesley son blanco de esta investigación.

El último escándalo es una presunta grabación realizada por Joesley a Temer en marzo pasado en la que supuestamente el presidente avaló comprar el silencio del exjefe de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso por corrupción, según reveló el diario 'O Globo'.

Publicidad

De acuerdo con el diario, los dos hermanos habrían firmado un acuerdo de colaboración con la justicia, cuyo contenido promete ser tan demoledor como lo fueron los testimonios de los 77 exdirectivos de Odebrecht, en los que también salió salpicado Temer.

JBS, con colaboradores distribuidos en más de 20 países, asegura en su página web que entre sus valores empresariales está la "disciplina", la "franqueza" y la "humildad".

"Sabe oír, es atento, considera la opinión de los otros, no importa quién lo hizo, importa qué hicimos", reza la compañía en su apartado de "humildad".

En portada

Noticias de 
Salir de la versión móvil